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Los Putrefactos

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Entrevista

Sánchez Tostado

29 de junio de 2022 by n7web

Historiador y criminólogo por la Universidad Complutense de Madrid, Luis Miguel Sánchez Tostado es uno de los escritores más prolíficos de Andalucía con casi cuarenta obras publicadas y una veintena de premios literarios nacionales e internacionales.

De su extensa obra destacan ensayos como “La guerra no acabó en el 39”, “Morir por un ideal”, “La Transición oculta” o “Cronovisor”.

Entre sus novelas: “La cuarta bestia”, situada por la crítica en el quinto puesto de las 12 mejores novelas históricas de 2021, o “El insólito viaje de Brenda Lauper”, editadas por Almuzara.

De sus relatos más conocidos citar: “El Desenlace”, “Proselitismo íntimo”, “Alas cinco de todas las tardes” o “Aquel cielo carmesí”, entre otros.

«No soy de los que se enfrentan al papel en blanco con solo una brújula.»

sánchez tostado
¿De Jaén, Jaén?

Más de Jaén que las aceitunas de cornezuelo. Mi madre me trajo al mundo en el número siete de la calle Bobadilla Alta, en el castizo barrio de La Magdalena, el más antiguo de Jaén, el del lagarto. Orgulloso de mi cuna.

¿Cómo te sientes justo antes de comenzar a escribir una novela?

Con la cabeza llena de andamios, de episodios visualizados en mi paisaje interno. No soy de los que se enfrentan al papel en blanco con solo una brújula. Antes de ponerme a escribir ya me he pateado muchos senderos para documentarme.

¿Y al acabar?

Cuando entrego a la editorial las últimas galeradas y entra en máquinas, siento un poco de pena. En ese momento soy consciente de que mi “hijo” se emancipa, que ya no es mío, sino de los lectores. Entonces el sentimiento se entrevera de satisfacción y soledad, porque el goce estaba en documentarse, en el escribir, corregir, retocar, poner vida a los personajes, reír y llorar con ellos. Y los echas de menos cuando se marchan. Pero no tardas en ilusionarte con un nuevo proyecto.

Tu novela “La Cuarta Bestia” está siendo todo un éxito, ¿cierto?

Sí, y me siento muy satisfecho por su gran acogida entre los lectores y la crítica. Hace poco fue situada en el quinto puesto de las 12 mejores novelas históricas de 2021 a criterio de la prestigiosa revista literaria “Todo Literatura”. Tiene todos los atractivos de la narrativa negra con el plus añadido de estar basada en un hecho real, y además está primorosamente ilustrada por Elena Ortega Yáñez. En estos momentos se trabaja en un guion cinematográfico.

Tu ensayo “La transición oculta” no ha dejado indiferente a nadie, ¿qué nos puedes contar de este libro?

Es un trabajo de tres años de investigación en el que se aborda el lado menos amable de la Transición española, un recorrido por lo que no nos contaron, que fue mucho. Ahora sabemos más cosas gracias a la desclasificación documental, a las recientes tesis doctorales y los nuevos trabajos de investigación. Algunos episodios silenciados fueron realmente deleznables y deben saberse.

¿Y de la Transición?

Yo viví la Transición en mi adolescencia y, como todos, creí lo que nos contaron: que fue pacífica y modélica.

Cuarenta años después sabemos más cosas. No nos dijeron nada de las mil muertes violentas por motivos políticos, ni de los miles de encarcelados y cientos de torturados, ni que fueron seis, y no uno, los intentos de golpes de Estado, ni que el 23-F no fue como nos contaron y que el rey estaba perfectamente informado de la “Operación Armada”. Tampoco nos dijeron que la Transición estuvo tutelada por la CIA y por los propios franquistas que siguieron muchos años controlando los núcleos de poder. Tampoco se nos habló del terrorismo de Estado y la guerra sucia para criminalizar al anarquismo o a los movimientos autonomistas, ni el juego sucio del PSOE cuando falseó las famosas “listas de sangre” que le ayudaron a ganar las elecciones de 1982. En fin, muchas cosas.

Se suele encontrar más transparencia en los premios de menor cuantía

Sánchez tostado
¿Siempre buscas casos reales e históricos en los que basar tus aventuras literarias?

Siempre no. Mi especialidad es el ensayo histórico y este género se basa en trabajos de investigación sobre temáticas de no ficción. Pero también trabajo la narrativa de ficción. Salvo “La cuarta bestia”, que sí está basada en un hecho real, las demás novelas y cuentos son pura fantasía. Eso no quita que la trama novelada discurra en un contexto histórico real, pero no deja de ser ficción.

Eres criminólogo, pero ¿lo estudiaste para escribir sobre el tema, o realmente hubieses deseado dedicarte a eso?

No se estudia Criminología para escribir sobre crímenes. En mi caso, aprobé muy joven las oposiciones a Instituciones Penitenciarias y decidí dejar Derecho y estudiar Criminología para conocer mejor el medio en el que trabajaba. Precisamente la tesis de fin de carrera, un estudio criminológico sobre el tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar, fue mi primer libro. La pena es que la Criminología en España tiene pocas salidas fuera de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Has ganado varios premios literarios, ¿qué nos puedes decir de los concursos, ya vienen dados de antes o en verdad se leen cada obra que reciben?

El mundo de los certámenes literarios es complejo y polémico. Se suele encontrar más transparencia en los premios de menor cuantía frente al oscurantismo, intereses editoriales y amiguismo de los de mayor cuantía dotacional. No digo que todos sean así, pero sí frecuente. Una pena.

¿Qué nos puedes decir de las editoriales y el negocio del libro?

Publicar no es fácil y, aunque lo consigas con una editorial relevante (porque las pequeñas carecen de capacidad de distribución), después tienes que competir en un mercado saturado de títulos. En España se editan 90.000 libros al año, 60.000 en papel y 30.000 en formato digital. Luego está el tema de los derechos de autor, ínfimos en mi opinión. Hay toda una industria viviendo del trabajo del escritor (editores, impresores, distribuidores, libreros, agentes literarios, etc.) y es precisamente el autor quien menos ingresos percibe: entre un 8% y un 10%, que luego se queda en un 6% tras las retenciones fiscales. Incluso algunas editoriales pequeñas y cicateras te los niegan como condición para publicar. Además el autor no suele conocer con exactitud cuántos ejemplares se han hecho de su obra, salvo en la autoedición, pero en este modelo tú tienes que hacer todo el trabajo y se falla en la distribución. Por eso solo pueden vivir de la literatura contados autores que consiguen vender tiradas con decenas de miles de ejemplares.

Has trabajado diversos estilos literarios, ¿con cuál te sientes más identificado, más a gusto?

Durante muchos años me especialicé en ensayo histórico y abordé temáticas controvertidas que nadie se atrevió a tocar como la guerra civil, la dictadura franquista, los maquis, la masonería, el exilio republicano o la Transición española. Fue un periodo obsesivo por la búsqueda de la verdad. Uno se siente más cómodo en el género que domina, pero yo soy de retos y en los últimos años he derivado hacia la novela negra e histórica, género más difícil pero muy agradecido y con más lectores.

¿Hay algún próximo proyecto que nos quieras contar?

Tengo concluida una novela breve inédita que se publicará el próximo año a la que he titulado “Tres promesas y un arrebato”. Se trata de narrativa satírica con mucho humor y crítica social. En este momento estoy escribiendo un thriller sobre los manuscritos del mar Muerto con la figura del Jesús histórico de fondo y ambientada en Palestina, Inglaterra y España.

Acabas de publicar tu trigésimo octava obra, ¿verdad?

Sí, “El insólito viaje de Brenda Lauper”, es una novela de aventuras en la que pasado y presente se fusionan a través de un original hilo narrativo y que confluyen el thriller, la novela histórica y la narrativa fantástica. Esta obra fue galardonada con un premio a la Mejor Novela Histórica y tres finales internacionales.

Eres muy activo publicando libros, ¿qué necesitas a la hora de escribir una novela o un ensayo?

Duermo poco y madrugo mucho. Las primeras horas de la mañana son muy productivas, pero necesito dos elementos irrenunciables: soledad y silencio. Sin ellos me cuesta concentrarme.

Para escribir, ¿necesitas huir o prefieres el hogar?

Me siento más cómodo en el estudio de casa. Dispongo de silencio, una biblioteca generosa y un rincón agradable para leer. Fuera de este entorno me disperso un poco, o rindo menos. Lo que sí me gusta es visitar los sitios donde se va a desarrollar la trama de algunas de mis novelas, documentarme sobre ellos, incluso conocer de primera mano experiencias de mis propios personajes, circular por sus espacios físicos, oler, ver y sentir por ellos.

Fuiste funcionario de prisiones, ¿cuánto de literatura hay en la cárcel?

Literatura puede haber en cada experiencia vital, pero algunas vidas arrastran dramas sobrecogedores que superan la realidad. La cárcel es una cantera de vidas truncadas. Pero no hace falta entrar en una prisión para encontrar historias de novela o de película, sólo hay que mirar a nuestro alrededor. En cada persona existe un universo por descubrir. Cada uno de nosotros guarda episodios que nos impactaron, miserias y grandezas que podrían plasmarse en un poemario, una novela, una película o una obra de teatro.

¿Y en la masonería?

Solo tengo un libro sobre masonería que escribí junto a José Manuel Higueras Lorite. Es un ensayo sobre su historia en Jaén. En países como Estados Unidos, Inglaterra o Francia pertenecer a la masonería es algo prestigioso. El general Franco, que quiso ser masón y no lo aceptaron, tras la guerra civil se vengó e inició una caza de brujas encarcelando y fusilando a muchos masones. Equiparó a las logias masónicas como sectas satánicas asociándolas al secretismo y la conspiración. La pena es que todavía hay quien cree en esas patrañas por desconocimiento.

¿Y en el sindicalismo?

El sindicalismo consiguió grandes logros en las condiciones laborales de los trabajadores, aunque ahora esté en horas bajas. Fui delegado sindical durante los ochenta y fue muy sacrificado. Me siento orgulloso de las conquistas conseguidas en aquel tiempo.

¿Qué opinas de la política actual y de los políticos?

La política es imprescindible para el gobierno de las sociedades, más aún en las democráticas. Pero no me gusta la política actual de cucurucho, de los palos en las ruedas, del “y tú más”. Menos aún los políticos resentidos y faltones con nula empatía. No todos son así pero, los que sí, deterioran la imagen de la clase política, que debería ser honrosa y modélica. Mi percepción es que sobra populismo y partidismo y falta respeto y sentido de Estado por el bien común. El radicalismo político y el supremacismo secesionista, me dejan sin fuerzas. A veces pienso que no hemos aprendido nada de nuestra propia historia.

¿Nunca pensaste entrar en política?

Me lo propusieron en un par de ocasiones. Una en Algeciras en los años noventa. Otra en Jaén hace dos o tres años. No acepté porque carezco de cualidades imprescindibles en política como la templanza y la paciencia para encajar críticas desmedidas y deslealtades de tu mismo equipo. No llevo bien la hipocresía, tampoco la disciplina de partido porque pienso que menoscabaría mi libertad en manifestar lo que pienso, y a eso nunca renunciaré. Y como no me callo ni debajo del agua, sería un sinvivir.

¿Es cierto que tuviste problemas con algún miembro de ETA en la cárcel?

Primero fue con los cárteles de la droga en 1990 cuando salió mi libro sobre el tráfico ilícito en el Campo de Gibraltar. Me amenazaron de muerte, solicité la intervención de los teléfonos y llevé escolta un tiempo. Años después, ya en la prisión de Jaén, sufrí amenazas de un miembro de ETA. Tuve que cambiar la matrícula del coche e informar a la Dirección General. Finalmente lo trasladaron. Fueron años difíciles.

Un y una escritor/a que recomiendes a nuestros lectores.

Me gusta Borges, aunque Miguel Delibes es mi debilidad. “Los santos inocentes” es una obra de arte.

“Queman libros” y solo puedes salvar uno, ¿cuál sería?

Con lo de “quemar libros” me ha venido a la cabeza “Fahrenheit 451”, la novela distópica de Ray Bradbury. La pregunta no es fácil. Si fuera creyente salvaría la Biblia. El Nuevo Testamento es un bellísimo propósito literario cargado de valores, inspirado en un personaje histórico que probablemente existió, a quien los autores nunca conocieron, que no tuvo los poderes sobrenaturales que le adjudicaron y sobre el que levantaron una nueva religión haciéndolo coincidir con las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Sin embargo, los fascinantes mensajes en torno al amor, la humildad, la solidaridad, el altruismo, la justicia o la tolerancia, vendrían muy bien para empezar de cero en una sociedad embrutecida por la ausencia de libros tras una quema masiva. La Biblia es el paradigma de cómo la literatura de ficción influye en la vida de millones de personas. Otra cosa son las retorcidas interpretaciones de la Iglesia que adaptó aquel hermoso texto a sus intereses. Pero como no soy creyente, salvaría “El Quijote”, que transmite valores esenciales y criterios universales desde el librepensamiento para mejorar nuestras relaciones con los demás, que falta hace.

¿Qué opinas de que en la escuela ya no se estudie filosofía?

En mi Bachillerato, la mayoría de las asignaturas me aportaron conocimientos, pero la Filosofía fue la única que me hizo pensar por mí mismo. La Filosofía es la puerta de entrada al pensamiento crítico, al debate, a la argumentación, al conocimiento, a las dudas existenciales, a la búsqueda de la verdad, a distinguir lo justo de lo injusto, es decir a la libertad. Fue un error eliminarla como asignatura obligatoria y me parece acertada su restitución. Creo que es más necesaria que nunca.

La religión es…

Una convicción hacia lo divino que, siendo legítima, debería circunscribirse al ámbito privado de lo íntimo, del fuero interno y de los templos. Fuera de ahí se incurre en el adoctrinamiento, que algunos llaman apostolado. No deberían estar en los centros de enseñanza. Yo formalicé mi apostasía hace muchos años porque no deseo pertenecer a ninguna religión, pero respeto a los creyentes.

¿Alfa u Omega?

Los que me conocen no dudan en encasillarme como Alfa, pero hay algunas cualidades de los Omega, incluso de los Beta, en las que me veo reflejado. De todas formas no creo en los estereotipos ambivalentes: alfa u omega, blanco o negro, cara o cruz, homo o hétero. El ser humano es extremadamente complejo para encasillarlo en opciones tan simples.

Si te pidieran elegir un color que fuese reflejo de tus obras literarias, ¿cuál sería y por qué?

Tal vez el verde oscuro, como la portada de “El insólito viaje de Brenda Lauper”. Es el color de las profundidades marinas asociado en mi caso a la búsqueda de la verdad en las honduras de la historia, incluso del misterio abisal de la muerte, el trascendente desasosiego que supone el desconocimiento del más allá después de la vida física. Esa obsesión por conocer aparece en algunas de mis obras.

¿Sol de invierno o lluvia de verano?

Sol siempre. Sé que la lluvia es bucólica e inspiradora, peroamíelsolylaluzmedanvida,mecarganlas pilas.

Un rincón especial para inspirarse.

Me gusta leer y tomar notas frente al mar, cuando amanece y la playa está desierta. Madrugo mucho
y lo hago siempre que puedo. Cuando acuden los bañistas me piro.

Un rincón de Jaén que sea único para perderse y leer o escribir.

Me sobrecoge el silencio reverente de Otíñar, del barranco de la Tinaja. Aunque aquel fascinante entorno invita más a la contemplación que a la escritura. Me cuesta escribir o leer en lugares de gran belleza porque me atrapan como un imán. En la playa es distinto porque la cadencia de las olas te marca un ritmo constante, como un diapasón.

Una época de la historia ideal para escribir novelas.

El siglo XIX es un periodo recurrente en las narrativas históricas. Es atractivo por su romanticismo, el realismo, la literatura finisecular, la revolución industrial, la inestabilidad social, sus guerras, las rupturas con las monarquías absolutas, etc. Pero la calidad de una novela viene determinada por la solvencia literaria del autor, así que cualquier etapa puede ser buena.

Tus novelas son muy cinematográficas, ¿te inspiras en ese arte?

No me inspiro en el cine. De hecho veo menos cine del que me gustaría. Generalmente son las artes escénicas las que se inspiran en la literatura con sus adaptaciones. Se dice que una novela es cinematográfica cuando reúne elementos atractivos para el séptimo arte: trama sugerente, acción trepidante, intrigas, suspenses, pasiones… Pero, salvo los guiones cinematográficos o el género dramático, no creo que el novelista se inspire en el cine para escribir, simplemente hay novelas más cinematográficas que otras.

Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos

Luis Valverde
Entrevista

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Agustín López-Raya
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Carolina de las Heras

14 de junio de 2022 by n7web

Nací en Madrid, el 18 de mayo de 1975. Siempre he sido una lectora voraz, los libros me han robado miles de horas de sueño.

Mantengo desde muy niña una liturgia especial cada vez que comienzo una novela: acaricio sus tapas, recorro sus páginas sin leerla, para percibir el olor del papel y la tinta…

Imagino historias desde que tengo capacidad de recordar y las plasmo en un papel desde que aprendí a escribir, en forma de relatos cortos y cuentos. Escribo para experimentar otras vidas e invitar a otros a que las lean y también las vivan.

He ganado el primer premio del concurso de relato breve convocado por el Club Iberia con mi relato “La boda de mi mejor amiga” en 2015 y el segundo premio con mi cuento “El escondite” en 2012. Puedes leerlos en mi Facebook.

Buscándome tras tus pasos es mi primera novela.

«hay muchas clases de miedo que pueden sentirse a lo largo de la vida. Cuando era adolescente sentía ese miedo irracional a lo sobrenatural.»

Carolina de las heras
¿Qué sentiste al publicar tu primera novela?

Pufff… Recuerdo especialmente la primera vez que tuve entre mis manos un ejemplar de “Buscándome tras tus pasos”. En ese momento pensé que iban a leerlo personas que no me conocían, que seguirían los pensamientos y las decisiones de Rebeca, de Elena, de Álvaro… Llevo toda la vida escribiendo y por primera vez veía mis historias en formato novela. Por suerte he tenido muchas satisfacciones en la vida, pero tengo que decir que ésta ha sido una de las mejores cosas que me ha sucedido nunca.

Una historia que ocurre en su mayoría en Asturias, ¿por qué allí?

Me encanta Asturias, sus aldeas, sus prados, sus gentes. La primera vez que estuve allí tenía catorce años y me enamoré de esos paisajes. Asturias es un escenario único y, cuando empecé a pensar en la novela no se me ocurrió un escenario mejor. Lo hice por mí, por disfrutar yo, porque, como digo siempre, escribir me permite experimentar otras vidas. Y yo querría haber vivido también en un pueblo de Asturias, como Rebeca y en una casona como La Antoxana.

Además hay un poquito de bable, ¿alguna relación con ese dialecto? ¿Qué te ha llevado a usarlo?

Sí, me daba algo de miedo hacerlo, pero tengo la suerte de tener en mi vida una persona maravillosa a la que quiero muchísimo, nacida en Oviedo, y le pedí que me echara una mano con el bable, que ella conoce, porque creí que le daría mayor verosimilitud a la historia. Una de mis grandes preocupaciones al escribir es la honestidad con el lector, tengo que ser capaz de conseguir que todo lo que cuento sea creíble. Y utilizar el bable me pareció que ayudaría a conseguir ese efecto.

El pueblo donde ocurre la historia se llama Lluvero, ¿existe?

No, tanto el pueblo como su nombre son ficticios, aunque creo que existen familias asturianas con el apellido Lluvero. Pero puedes recorrer cualquier pueblo o aldea asturiana que podrás encontrar acantilados, caminos, playas de guijarros, incluso casas como La Antoxana.

La Antoxana, ¿por qué ese nombre?

Necesitaba que la casa tuviera un nombre autóctono, tradicional de Asturias, perteneciente al mundo rural.

La antoxana es un espacio o un terreno de la casa, que la rodea o se sitúa delante o frente a la fachada, constituyendo un anejo inseparable.

Históricamente se ha utilizado para referirse a un lugar de esparcimiento, descanso, tertulia, siguiendo las costumbres rurales.

Por su sonoridad (en una lengua asturiana, la x no se pronuncia tan fuerte como lo hacemos los madrileños, por ejemplo), y por su significado, me pareció el nombre perfecto para el caserío, protagonista por excelencia de “Buscándome tras tus pasos”.

La Antoxana es un caserío enorme que al imaginarme dentro, como lo está Rebeca, me agobia, me turba, me deja sin aliento, ¿conoces o has vivido en algún lugar así o que te haya transmitido esos sentimientos?

No, no conocía ningún lugar así, pero en uno de mis viajes a Asturias, después de escribir la novela y de imaginar y describir la Antoxana, encontré una casa en una aldea donde veraneamos que parecía propiamente haber sido sacada de “Buscándome tras tus pasos”. Era como si la hubiera visto antes de escribir sobre ella, pero la realidad es que la casa que vi era antigua, probablemente tanto como la verdadera Antoxana.

No he conseguido entrar y verla por dentro, quizá alguno de estos veranos me atreva a llamar a la puerta, anhelando que Elena o Rebeca me abran la puerta y me dejen pasar.

Me gusta mucho la atmósfera que creas, ¿en qué te inspiras?

Una de mis novelas favoritas es “Rebeca”, de Daphne du Maurier, que Alfred Hitchcock llevó a la gran pantalla en 1940. Una de las protagonistas de esa novela es Manderley, una mansión inglesa impregnada por el recuerdo de Rebeca. Esa mansión me inspiró al imaginar La Antoxana y elegí el nombre de Rebeca por esa novela, que recomiendo a todo aquel que no la haya leído.

También he leído mucho a Ágatha Christie, para mí la mejor escritora de suspense de todos los tiempos, y admiro su capacidad de sorprender al lector con finales imprevisibles.

¿Cuándo y por qué fue la última vez que sentiste miedo?

Bueno, hay muchas clases de miedo que pueden sentirse a lo largo de la vida. Cuando era adolescente sentía ese miedo irracional a lo sobrenatural. Tenía miedo de dormir sola a oscuras, me daban pánico los cementerios (a la vez que me atraían muchísimo y lo siguen haciendo). Al madurar, empecé a tenerle miedo a otro tipo de cosas y desde que soy madre, siento miedo a que algo les ocurra a mis hijos o a caer enferma.

Pero tengo que reconocer que ese miedo infantil a los fantasmas aún no me ha abandonado, ahora lo tengo controlado, pero todavía siento respeto por las casas antiguas y por los cementerios. Me gusta visitarlos (siempre de día) y leer las inscripciones de las tumbas, a veces encuentras cosas sorprendentes en las lápidas, epitafios. Son lugares mágicos, me atraen y a la vez me inquietan.

«escribir me permite experimentar otras vidas»

CAROLINa DE LAS HERAS
¿Alguna vez has perdido el rumbo?

Soy una persona bastante estable y algo rígida. Me gusta tenerlo todo controlado, a veces demasiado. Sin embargo, escribiendo no lo soy, me sucede todo lo contrario, nunca tengo cerrado cómo van a terminar las historias que escribo. Sí, sé hacia dónde quiero dirigir la historia, pero por el camino se me ocurren alternativas, surgen ideas nuevas, diferentes, y las voy incorporando sobre la marcha. Voy inventando personajes según los voy necesitando, porque la trama lo requiere, para darle sentido y verosimilitud, para cerrar el círculo.

¿Te gustan las miradas de las personas de ojos azules o eres más como la protagonista?

Mi madre y mi hijo mayor tienen los ojos azules. Claro que me gustan. A Rebeca no, porque posee un locus de control externo, es decir, ella tiene el convencimiento de que no maneja las riendas de su vida y casualmente su madre y su pareja, ambos grandes manipuladores, tienen los ojos azules, algo que Rebeca identifica rápidamente como el punto en común de ambos, cuando en realidad son otros aspectos de la personalidad de cada uno los que les hacen ser tan parecidos.

Rebeca y yo no tenemos mucho en común, fue un verdadero reto ponerme en su piel. Es una mujer con una gran inseguridad, consecuencia de una infancia carente del cariño de su madre, todo lo contrario a la mía, en la que mi madre fue mi refugio, mi lugar seguro, mi modelo a seguir.

Pero hay algo que sí me gusta mucho de Rebeca: su deseo de cambiar, de darle la vuelta a su vida y de buscar la felicidad. Es mucho más valiente de lo que ella cree y a lo largo de la novela, eso se va evidenciando.

Eres más de buscar rincones para escribir o prefieres la casa y estudio.

Para escribir necesito silencio y tranquilidad y eso lo suelo encontrar en casa. Cuando no ha sido así he probado a irme a otros sitios, bibliotecas, cafeterías… Pero me distraigo, me gusta mucho observar a la gente y eso hace que no me concentre en escribir si estoy rodeada de personas. Mi momento preferido es la noche, cuando todos duermen.

¿Algún proyecto nuevo de literatura?

Sí, empecé una nueva novela durante el confinamiento, en mayo de 2020, y la terminé en octubre del 21. Me he divertido muchísimo con ella y estoy muy satisfecha con el resultado.

Es diferente a “Buscándome tras tus pasos”. Cuando escribí mi primera novela era un proyecto para mí, muy íntimo, aunque luego finalmente fuera publicada, no la escribí pensando que lo fuera a ser. Creo que eso se percibe de alguna manera en mi forma de escribir. Mi segunda novela es más madura, más profunda. Me he atrevido con un protagonista masculino, y ha sido toda una experiencia porque tenía que ser un hombre real, creíble, y yo soy una mujer y no quería que se notara que había una mujer detrás escribiendo sobre los sentimientos de un hombre. Eso me ha preocupado mucho durante todo el proceso de creación del personaje.

La novela se titula “Rojo intenso” y esta vez me ha llevado a tierras navarras, tierras de vides y caseríos y tiene en común con “Buscándome tras tus pasos” que se narran historias en dos momentos temporales diferentes, en este caso, los años de la posguerra en España y la actualidad.

¿Por qué crees que las personas deben pararse a leer tu novela?

En primer lugar, leer es maravilloso, una buena novela es capaz de transportarte a otras vidas, hacerte sentir lo mismo que siente el protagonista, ponerte en situaciones que quizá nunca hubieras imaginado. Y “Buscándome tras tus pasos” es una novela con magia, te hace desear que La Antoxana exista de verdad, y poder recorrer sus habitaciones, descubrir sus rincones desde la perspectiva de cada una de las protagonistas. Es una novela que respeta al lector, es honesta con él y le permite interpretar, concluir e incluso decidir cuál es la clave de toda la historia. Yo he sido y soy una lectora voraz y en “Buscándome tras tus pasos” escribo pensando en el lector, mostrándole la historia como me hubiera gustado que me la mostraran a mí, como lectora.

Enhorabuena por tu libro, me ha encantado, me parece bellísimo, de buen pulso, buena atmósfera y muy buenos personajes. Te animo a que sigas con la escritura. ¿Algunas palabras para esa gente que nos lee y que no se atreven a dar el paso para escribir su primer escrito?

Gracias Luisje, es una gran satisfacción escuchar tu opinión sobre “Buscándome tras tus pasos”, me hace muy feliz. Quiero aprovechar para agradecerte tu interés por mi obra y darme la oportunidad de darla a conocer a través de tu revista.

A cualquier persona que en algún momento haya sentido la necesidad de escribir, de enfrentarse a un papel en blanco y darle forma a una historia, transmitir un sentimiento, una vivencia… Les diría que empezaran escribiendo algo y haciéndolo como a ellos les hubiera gustado que se lo contaran. El escritor ha sido siempre antes un lector, por lo que lo primero que tiene que hacer es disfrutar leyendo lo que ha escrito.

Una entrevista de Luisje Moyano.
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Roberto Álamo

7 de junio de 2022 by n7web

Roberto Martínez Felipe, conocido como Roberto Álamo (Madrid, 1 de enero de 1970), es un actor español integrante de la compañía de teatro Animalario y formado en la Escuela de Cristina Rota.

Obtuvo el Premio Max de teatro a la mejor interpretación masculina en 2010 por su aclamado trabajo en la obra “Urtain”, así como dos Premios Goya, en 2013 por “La gran familia española” y en 2017 por “Que Dios nos perdone”.

En televisión es conocido por series como “Éste es mi barrio” (1996), “La casa de los líos” (1998) y posteriormente también en “Águila Roja” (2009).

En 2003 participó en su primera película, la comedia de David Serrano “Días de fútbol”, y tras cortas intervenciones en series y películas como “Gordos” (2009) o “Una hora más en Canarias” (2010), protagonizó junto a Antonio de la Torre “Dispongo de barcos” (2010).

Posteriormente ha participado en largometrajes como “La piel que habito” (2011) de Pedro Almodóvar, “Los dos lados de la cama” de Emilio Martínez Lázaro, “Te doy mis ojos” de Icíar Bollaín o su papel en “De tu ventana a la mía” de Paula Ortiz.

«no hay otra fuente de inspiración más que los acontecimientos que han hecho de mí lo que soy»

Roberto álamo
Dos libros, uno de poemas, otro sobre la compañía de teatro “Animalario”, ¿qué nos puedes contar sobre ellos?

Son dos libros, “Amantes venía de amar”, que es mi autobiografía a día de hoy en forma de poemas, aquellas cosas que han hecho de mí lo que soy, resumida en 50 poemas. Y el libro de “Animalario”, que está escrito a medias entre los integrantes de la compañía Animalario: Alberto San Juan, Willy Toledo, Andrés Lima, Javier Gutiérrez, Nathalie Poza, y repasa la historia de la compañía, los primeros años, contando los momentos felices y los momentos menos felices.

¿Dónde se pueden comprar?

“Amantes venía de amar” se puede conseguir a través de mi Instagram, escribiendo un mensaje privado y yo indico cómo adquirirlo y se lo envío dedicado, o si se prefiere se puede adquirir por Amazon. El de “Animalario” de igual forma, por privado en mi Instagram.

¿En qué te inspiras para escribir poesía?

La inspiración es mi vida, no hay otra fuente de inspiración más que los acontecimientos que han hecho de mí lo que soy. En esos pensamientos, en esos recuerdos es en lo que me inspiro para poder escribir estos poemas.

En la poesía, ¿verso libre o rima?

La poesía es poesía, da igual si es verso libre, verso blanco o rima… igual que la música es música, la clásica, el rock o el jazz. Ahora, yo prefiero, yo elijo, el verso libre a la hora de crear, a la hora de expresarme como poeta.

En la vida, ¿verso libre o rima?

Una combinación de ambas, así como me desenvuelvo mucho mejor en la libertad, valga la redundancia, del verso libre a la hora de escribir, a la hora de vivir depende del momento, puedo buscar la rima o el verso libre.

Las fotografías del libro “Amantes venía de amar” las has realizado tú mismo. ¿Cuánto tiempo dedicas a la fotografía? ¿Es un hobby o es más una afición cercana al deseo de hacerlas?

Efectivamente todas las fotografías del libro de poemas “Amantes venía de amar” son mías. A la fotografía le dedico el tiempo que puedo, el tiempo que mi familia o que mi trabajo me permite, porque no solo tengo el hobby de la fotografía, también está la pintura, tocar la guitarra, cantar, leer… Así que a la fotografía le dedico el tiempo que puedo, sobre todo a mis retratos, que es lo que más me gusta, fotografiar los rostros humanos.

No he conseguido entrar y verla por dentro, quizá alguno de estos veranos me atreva a llamar a la puerta, anhelando que Elena o Rebeca me abran la puerta y me dejen pasar.

¿Hay muchas similitudes entre el teatro, el cine y la poesía?

La poesía incluye todas las artes, va mucho más allá, es una forma de vida. La poesía engloba cualquier tipo de arte.

Sueles hacer en cine y teatro personajes muy físicos, por eso me ha gustado esta parte tuya más espiritual, romántica, que es la poesía. ¿Hay equilibrio en ti entre lo físico y lo psíquico, entre lo “rudo” y la poesía?

Huyo de lo rudo. En cierta ocasión le preguntaron a un actor importantísimo norteamericano que dijera su palabra favorita y él dijo: “estilización”, y el presentador le dijo, ¿y la palabra que más detestas?, y dijo: “rudeza”. Yo no soy nada rudo, a veces mis personajes tienen aspectos rudos, pero yo no me identifico en absoluto con la rudeza.

¿Para escribir poesía ayuda un estado de ánimo extremo; una muerte, un desamor, un abandono, la soledad no buscada, etc.?

Para escribir poesía no hace falta un acontecimiento extremo, lo que hace falta es liberar aquello que sientes y convertirlo en algo poético.

Para la poesía qué es mejor, ¿las luces o las sombras?

Es una combinación de luces y sombras, como la vida misma.

¿Cuánto de poesía encuentras en barrios como el tuyo de Villaverde?

Efectivamente yo me crie en el barrio madrileño de Villaverde Alto. Creo que los barrios en síno tienen poesía, lo que dota de poesía a los barrios son las gentes que los habitan, y ahí sí puedo encontrar poesía en algunos seres humanos, en otros no.

¿El amor es un refugio seguro?

El amor es el primer y el último refugio.

¿Crees que falta amor en estos tiempos de guerras y pandemias?

El amor está, no es que falte. La gran revolución pendiente es la revolución afectiva, lo creo sinceramente, es la que aún no se ha dado y es la que se tiene que dar, que obviamente tiene que ver con la revolución del amor.

Amor pasajero o eterno.

Amor, sin aditivos, sin adjetivos.

Fetiches y placeres…

Fetiches pocos o ninguno… placeres, todos.

Deseos para la vejez.

Vivir muchos años. Ver crecer a mis hijos y expandir el amor en mi familia.

¿Qué esperas y qué ofreces de la gente que te rodea?

Solo puedo hablar de la gente más cercana a mí, que son mi familia y mis amigos, y espero de ellos lo mismo que ofrezco: amor y comprensión.

Dos premios Goyas, un Max… ¿Algún sueño por cumplir?

No tengo ningún sueño respecto a mi trabajo, nunca he sido un actor ambicioso, me curro mis papeles, lo hago lo mejor posible y me van ofreciendo otros nuevos, nada más.

La poesía, ¿es un refugio en la vorágine de rodajes o más bien es un proyecto de profesión?

La poesía, para mí, es una necesidad, tanto leerla como escribirla o como concepto de vida.

Recomienda un lugar poético para viajar.

El corazón de los seres humanos.

¿A qué dedicas más tiempo en tu día a día?

Intentar promocionar a los demás y a mí mismo cierta alegría.

«La gran revolución pendiente es la revolución afectiva»

Roberto Álamo
Sol de invierno o lluvia de verano.

Sol de invierno y lluvia del verano, me quedo con las dos.

La religión es…

Una palabra con muchos significados.

La política es…

El arte de confundir a la gente y a uno mismo.

La libertad es…

Una palabra con un solo significado… libertad.

Cielo, reencarnación o todo al carajo…

Ni cielo, ni reencarnación… alegría, deseo y felicidad.

Un libro de cabecera.

“Hojas de hierba”, de Walt Whitman.

Un y una escritor/a.

Englobo a los escritores y a las escritoras en un solo personaje, Walt Whitman.

Unas palabras de ánimo a los lectores de Los Putrefactos en estos tiempos de ruido y furia.

A todos los lectores y lectoras de Los Putrefactos, tres palabras: Amor, amor, amor…

Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos

Luis Valverde
Entrevista

Luis Valverde

Katy Gómez
Entrevista

Katy Gómez

Brenno Ambrosini
Destacado

Brenno Ambrosini

M.Mercé Domínguez
Entrevista

M.Mercé Domínguez

María Solar
Entrevista

María Solar

Agustín López-Raya
Entrevista

Agustín López-Raya

Albert Boadella

5 de abril de 2022 by n7web

Escritor, dramaturgo, actor y director. Nacido en Barcelona el 29 de julio de 1943.

Fundador de una de las compañías de teatro más importantes de España, «Els Joglars». Con obras de gran calado a nivel nacional e internacional como «La Torna», «Operació Ubú», «Teledeum», «Ubú presidente», «Daaalí», «El retablo de las maravillas», «La torna de la torna», entre otras más.

Ha creado diversos programas de televisión como «La Odisea», «Ya semos europeos», «Orden especial» o «El retablo de las maravillas», entre otros.

También escribió el guion y dirigió la película «Buen viaje, excelencia».

Ha escrito varios libros «El rapto de Talía», «Memorias de un bufón», «Adiós Cataluña, crónicas de amor y guerra», con la que ganó el Premio Espasa en 2007, entre otros.

«en la sociedad bien alimentada todos tenemos
mucho que perder y nadie quiere riesgos»

albert boadella
¿Qué supuso Els Joglars para el teatro en España?

Lo relevante de esta pregunta es que después de 61 años, todavía hoy se puede decir «Qué supone Els Joglars para el teatro en España». En nuestros tiempos de modas efímeras, la continuidad en el arte ya es un valor en sí mismo. Esta larga trayectoria ha supuesto una enorme complacencia para quienes la han hecho posible y también para los que la han disfrutado como público. En términos más profesionales, ha significado introducir un teatro con una relación más próxima hacia los sentidos en vez de optar por la vía convencional que mantiene la primacía sobre las especulaciones mentales. Un teatro más cercano a la emoción que proporciona el arte.

¿Y qué supuso España para Els Joglars?

La compañía ha vivido en varias Españas. La primera, durante los 14 años de dictadura con la censura y los mensajes entre líneas. Después la España de la explosión democrática con la apoteosis de libertad. Más tarde el enfrentamiento con nuestra propia tribu que busca romper España, y finalmente, la España de los nuevos tabús progres que tratan de introducirse en la libre intimidad de los ciudadanos bajo el subterfugio del bien común.

¿Cuánto de teatro hay en la vida?

La interpretación es algo que no solo forma parte del ser humano sino también de algunas especies animales, las cuales simulan gestos o una agresividad que no tienen, para intimidar al adversario. Es curioso que en la antigüedad a los actores se les llamaba hipócritas. La simulación ocupa muchas horas diarias en la vida de los humanos. No obstante, esas interpretaciones de engaño tampoco pueden considerarse una acción teatral porque el teatro es una simulación que tiene como objetivo la verdad.

¿Y cuánto de vida hay en el teatro?

Sobre un escenario la vida y la muerte impresionan más que en la realidad. La muerte de Hamlet o de Romeo y Julieta, son mucho más emotivas porque toman una dimensión épica y estética. Todos los sentimientos y acciones humanas están especulados y amplificados sobre la escena, y por tanto, transmiten una mayor capacidad emotiva que la propia realidad. Se podría decir que en el teatro la vida es más vida y la muerte más muerte.

¿Alfa u Omega?

Eso siempre ha significado una abstracción filosófica que no permite aplicarse en concreciones personales. Sería una apropiación vanidosa. Ahora bien, si lo reducimos simplemente a macho y hembra, pues de momento lo tengo claro. Me ha entusiasmado ser hombre.

¿Dios o patria?

Son dos ficciones que han producido tantos consuelos como crímenes, precisamente, por ser impulsos naturales del ser humano. Cuanto más trato de racionalizarlo, más dudas me surgen en los dos casos. Es el problema de lo que solo se sustenta por la fe y los sentimientos.

¿Hay independencia en la forma de pensar y de ser de hoy día?

Esta pregunta la podría contestar con exactitud si tuviera la condición de retroceder dos siglos. Mi impresión es que ahora se aplican unas formas más sutiles y perversas de dominio. Las sanciones a la desviación del pensamiento correcto también son más retorcidas, pues incitan a la autocensura de los artistas bajo la coacción del juicio paralelo que representan hoy las redes. Sobre el papel hay más libertad, pero los poderes han conseguido que los ciudadanos también tengan un mayor temor a utilizarla. En la sociedad bien alimentada todos tenemos mucho que perder y nadie quiere riesgos. Lo que sí me parece claro, es que en la España de hoy hay menos libertad de expresión que en los años 80 y 90 del siglo pasado.

La libertad, ¿realidad o utopía?

La libertad está relacionada directamente con la valentía. De lo contrario se convierte simplemente en un tema para la demagogia y las tertulias. En la última página del libro que voy a publicar, mi alumno me pregunta sobre la libertad en el teatro y yo le contesto «Es muy simple. Es una cuestión de cojones». Aunque de forma algo rústica, aquí está la clave de la libertad.

De tus escritos me quedo con “Memorias de un bufón” publicado por Espasa en 2001, muy recomendable, un libro que leí en profundidad mientras estudiaba en la escuela de arte dramático. ¿Ha cambiado en algo aquel Boadella al de hoy?

Afortunadamente, muchas cosas. He rectificado errores en mi profesión que me han obligado a cambiar formas y estilos. En otro aspecto he comprobado que muchas intuiciones de aquellos tiempos corresponden a la realidad, lo que me ha llevado a tomar actitudes de mayor seguridad y firmeza. También, con la acumulación de años, he verificado la trascendencia de un amor sólido con una mujer para soportar los déficits de la vejez, aunque finalmente, lo más importante, es que puedo responder a esta entrevista con la mente y el cuerpo en un estado todavía más o menos satisfactorio.

Dices en el libro: “el humor como recurso natural para enfrentarse a cualquier dificultad”. Ante como está el mundo y nuestro país, ¿sigues pensado que hay que poner humor a cualquier situación, o es tan triste la situación que ni el humor tiene cabida?

No sabría vivir ni soportar ciertas cosas sin humor. En esta época donde el “yo” personal es algo obsesivo, el humor ofrece una posibilidad de distanciarnos de nosotros mismos, lo cual es un principio ineludible de higiene mental. Significa también un gran antídoto contra cualquier fundamentalismo y relaja nuestra relación con el prójimo. Finalmente, nos distingue como seres inteligentes porque lo que más nos distancia de los animales es, precisamente, el sentido del humor. 

Diez mandamientos de Els Joglars: 1-Individualista. 2-Asilvestrado. 3-Antidogmático. 4-Provocador. 5-Desconfiado. 6-Ir siempre a la contra. 7-Desdeñar la fantasía. 8-Amar el mal gusto. 9-Fomentar los enemigos. 10-Huir del teatro. De estos mandamientos, ¿con cual se quedaría el Boadella de hoy y cuál de ellos quedaría descartado?

Sigo con todos. Es la apología de una posición insurrecta. Quizás añadiría el 11, que debería ser «No telefonear al que está en el baño». Lo que significa artísticamente tener sentido de la armonía. Lo digo porque hay gente inarmónica que siempre telefonea cuando estás comiendo, cagando o follando. Y lo curioso es que siempre son los mismos. Estos hay que alejarlos de las artes porque producen estridencias y aburrimiento.

Me divertí mucho con la obra “El Pimiento Verdi”. ¿En qué te inspiras para tu teatro?

Nada mejor que la realidad. En “El Pimiento Verdi” todo estaba basado en la realidad. El restaurante real es El Pimiento Verde de Madrid. El protagonista de la obra se llama igual que el propietario del restaurante. Su afición por montar shows líricos por las noches en el restaurante es la misma que en la obra. Y la fobia entre verdianos y wagnerianos no es inventada. Mi padre, gran amante de Verdi, participó a mamporros en su juventud contra el público de una ópera de Wagner. Nada supera la realidad. ¿Hace veinte años nos hubiéramos imaginado lo que ha sucedido en Cataluña? Mi Ubu President se quedó corto. 

Un escritor y una escritora de cabecera.

El escritor Josep Pla y no solo en la cabecera. Escritoras, tengo que confesar que no soy fan de ninguna si exceptúo a Cayetana Álvarez de Toledo, de la que muy recientemente he disfrutado con su último libro.

Un libro que recomendarías al que nunca ha leído uno.

«El Principito» de Antoine de Saint-Exupery. Además, tiene imágenes. Más fácil imposible.

Una obra de teatro.

En las mejores obras de teatro que he visto, el texto era secundario. Lo cual hace muy difícil la recomendación pues ya no están en cartel y leer el guion no llevaría a nada.

Alguien odioso.

Cambio por meses. Este mes es el Papa actual. Un impostor.

Alguien a quien admires.

A mi esposa. De lo contrario no hubiera pasado tantos años y tantas horas junto a ella.

¿Mundología o universidad?

La universidad actual, además de ser un escarnio a sus esencias, ha significado una desgracia para las artes. Ha instigado la idea de que en el arte existe la creación al margen del pasado. Eso es una aberración. Hay que volver al fervor por el maestro que te exige e instruye y que después empiezas copiándolo. Como Beethoven con Mozart.  

¿Jamón o brócoli?

Si el jamón es pata negra auténtica, confieso que soy drogadicto de este producto. Tengo mono cuando llevo días sin probarlo.

¿El mundo rural o la gran ciudad?

He vivido muy bien los últimos 55 años de mi vida en el campo. Me marché muy harto de Barcelona, pero quizás no lo hubiera hecho si hubiera vivido en París, Roma o Venecia.

¿Tradición o modernidad?

La tradición me lo ha enseñado todo. Practico un oficio que hace 2400 años era casi igual que ahora. Todo está en el pasado. Es el fundamento sólido que ha existido y sigue existiendo. La modernidad es algo que cada día está por hacer. Soy moderno como todas las personas que están vivas. Cuando muera dejaré de ser moderno. No hay que darle mayor relevancia a ese término.

El arte contemporáneo.

Detrás de este título se esconde una de las mayores estafas del mundo actual. Solo es igualada por la gran estafa que supuso durante siglos la venta de reliquias y que ahora no valen nada. En lo llamado contemporáneo, el valor solo es financiero y ciertamente, hay algo de arte, pero no en las obras sino en el hecho de vender grandes mierdas a precios millonarios. A esto le reconozco todo el mérito.

A la hora de escribir, ¿silencio y meditación o música?

Silencio absoluto, una vista relajante en el entorno y veinte grados en la estancia.

Un lugar para escaparse para leer y otro para escribir.

Para leer el AVE y para escribir, nieve en el exterior y el fuego de la chimenea cercano.

La política.

Era algo interesante en España hasta que aparecieron Zapatero, Rajoy y Sánchez. Quizás sea el producto de la generación de los mimados. Hay que hacer un gran esfuerzo para no caer en la desolación. Sin embargo, si no hacemos nada, acabarán con lo mejor que tenemos en este país. La democracia está en gran peligro con esta gente y la posibilidad de una involución hacia formas autoritarias no es descartable. La historia siempre se repite.

La anarquía.

La anarquía es algo inalcanzable. Es una ficción social formidable, pero como todas las utopías ha producido asesinatos al por mayor en el vano intento de alcanzarlas. En España nos trae malos recuerdos de la guerra. Prefiero el liberalismo, que es una forma de anarquismo elitista y es contraria al temible comunismo.

¿Hacen falta más payasos profesionales y menos de “salón”?

El payaso es la substancia del comediante. Yo siempre lo asocio con los niños de dos o tres años que nos dejan embelesados. El payaso bebe de esta raíz. No debería utilizarse nunca como insulto, pero eso forma parte del desprecio histórico hacia la farándula, y francamente, confieso que esta marginación tampoco me disgusta.

¿Hay vestigios quijotescos en nuestra sociedad?

En las guerras carlistas aun apareció algún destello. Ahora no queda ni el recuerdo.

¿Don Quijote o Sancho Panza?

Soy muy amigo de un duque que me recibe a menudo en su palacio con gran placer y cortesías. Entonces es cuando me siento más cercano al Quijote. Así se reproduce uno de los capítulos más divertidos del libro

El exilio.

Una oportunidad para cambiar de patria. Lo que sucede es que el furor de tener que salir forzado anubla las posibilidades de una nueva aventura interesante, en la que se podría poner en práctica aquello de que la patria es el lugar donde se está bien y nada más.

La cárcel.

Para mí era una antesala de la muerte. Había muchos masoquistas que se adaptaban e incluso se encontraban a gusto.

¿Hay más libertad dentro de la cárcel o fuera?

La única ventaja de estar dentro de una cárcel es que tienes menos cosas que     vigilar y por las que estar preocupado. Puede entenderse como una cierta forma de libertad, pero es una ficción delirante.

Un exceso.

De tabús gilipollas, sobre los que incluso se llega a legislar y castigar a quien los infringe. Un atropello a la sensatez.

Una obsesión.

Para leer el AVE y para escribir, nieve en el exterior y el fuego de la chimenea cercano.

«la posibilidad de una involución hacia formas autoritarias no es descartable. La historia siempre se repite»

Albert boadella
Un lugar para escaparse para leer y otro para escribir.

Para leer el AVE y para escribir, nieve en el exterior y el fuego de la chimenea cercano.

Un lugar para escaparse para leer y otro para escribir.

En épocas de juventud, follar. Ahora los años me obligan a compensarlo con el arte.

La muerte.

Es una contradicción. El arte es la vida. Solo tiene arte la muerte simulada. En teatro, música, pintura, danza y poesía, puede llegar a ser bellísima.

¿Lope de Vega o Valle Inclán?

Sin duda Lope. Su teatro incorporaba la música a través del verso. Eso lo convertía en arte porque además de la historia moral que contaba, alentaba los sentidos del espectador. Valle entra más en la sociología o sicología. Una forma de prosa menos emotiva.

¿Cervantes o Antonio Machado?

Los dos son formidables. Cervantes tiene además un gran entremés que adoro, «El retablo de las maravillas». Con esta pieza quedaría contestada su pregunta sobre el arte contemporáneo.

¿Dalí o Luis Buñuel?

Dalí es el contemporáneo más inteligente que he conocido. Además de ser un pintor singular y un escritor remarcable. La vida secreta de Salvador Dalí es uno de los libros más interesantes del siglo XX. Aun hoy sigue siendo un artista odiado por los progres y las izquierdas. Eso es muy buen síntoma. Buñuel en cambio es un hombre sobrevalorado por la progresía. Sus películas ya quedan rancias. 

¿Sol de invierno o lluvia de verano?

Soy más de la tramontana que me seca la humedad de mi masía en el Ampurdán

Proyectos futuros.

Acabar mi último libro, cuyo título provisional es «El pupilo y su tutor». Una relación con un supuesto discípulo que sale extraviado y descarriado de la universidad. A mí me toca hacer, con enormes dificultades, la restauración. Entre las dificultades, obviamente, el conflicto generacional.

Después tengo prevista una producción lírica como director y dramaturgo con los cantantes que siempre trabajo.

Presagio para un futuro reciente.

Hoy ocupan los cargos políticos una generación de gentes que no han hecho nada relevante antes de obtener sus puestos públicos. Domina una generación educada en la facilidad y consentidos por sus padres y maestros. Tienen solo la obsesión de liquidar el pasado o manipularlo a su manera. Creen que todo es moralmente posible. El actual presidente del Gobierno y el líder de la oposición son buena prueba de ello. Significan la representación fidedigna de la mediocridad y la amoralidad imperante capaz de hacer hoy lo contrario de lo que dijeron ayer. Son representativos de una parte importante de la sociedad. El futuro es muy inquietante. 

Una entrevista de Luisje Moyano,
para «Los Putrefactos».

Luis Valverde
Entrevista

Luis Valverde

Katy Gómez
Entrevista

Katy Gómez

Brenno Ambrosini
Destacado

Brenno Ambrosini

M.Mercé Domínguez
Entrevista

M.Mercé Domínguez

María Solar
Entrevista

María Solar

Agustín López-Raya
Entrevista

Agustín López-Raya

Anita Haas

31 de marzo de 2022 by n7web

Escritora y profesora canadiense, afincada en España.

Publica tanto en español como en inglés,
y en el año 2015 ganó tres premios con
sus relatos.

En cuanto a libros, ha publicado cuatro
en colaboración con su marido, Carlos
Aguilar (los últimos, “Flamenco y Cine”
y “Flamenco Jazz”), y seis como autora
única (el ensayo “Eli Wallach”, las novelas
“Creando a Florinda” y “¡Pide un deseo.
Sophie!”, la antología “ Yo fui una chica
Bond y otros relatos desconcertantes” y
el libro infantil con ilustraciones propias
“Chato, el perri-gato”).

Foto: Álvaro Serrano Sierra

«escribir permite ponerte en el lugar de otra
persona y comprenderla por distinta que sea de ti»

anita haas
Eres de Canadá, ¿cuánto queda de esa tierra en ti? ¿Y hasta dónde sientes España como parte de tu ser creativo?

Creo que mi parte canadiense es la que suscribe la ética del trabajo y la consideración de que tus sueños pueden realizarse; en esto, los canadienses nos parecemos un poco a los americanos. Y mi parte española conecta con mis ancestros europeos, pues tengo sangre alemana, checa y austríaca, y esta herencia europea propicia sentido estético, y apreciar la cultura de manera especial. 

¿Por qué escribes?

Siempre he tenido muchos personajes en mi cabeza, que me piden salir, y darles vida en el papel sofoca esas voces. Una segunda razón es que me encanta jugar con las palabras, sus sonidos… modificar las frases, las situaciones… Esto me sucede sobre todo al escribir un poema, o un microrrelato. Una razón más estriba en que escribir permite ponerte en el lugar de otra persona, y comprenderla por distinta que sea de ti; esto ocurre sobre todo con la ficción, claro. Pero lo que me impresiona es cuando los personajes adquieren su propia vida, y son quienes van definiendo la ficción que has creado tú.

¿Qué nos puedes contar de Chato, el Perri-Gato?

Todas mis historias nacen de mi interés por las relaciones personales. Pero  a menudo no advierto qué quiero decir en mi texto hasta que está acabado.  Así, tras finalizar Chato, el Perri-Gato capté que quería plasmar una fábula sobre el derecho natural a la personalidad propia, a partir del animalismo.

¿Qué te ha inspirado para escribir este libro?

Siempre quise escribir para niños. Hay ideas ideales para este formato, cada una requiere su expresión. Algunas piden la poesía, otras el relato, otras la novela… al igual que unas deben enfocarse para adultos y otras a los niños. Pero este cuento, aunque esté orientado al mercado infantil, refleja una situación con la cual pueden identificarse muchos adultos.

¿Y de sus ilustraciones qué nos puedes decir?

Me encanta dibujar desde siempre, ya lo hacía para mis clases. En principio no tenía previsto ilustrar Chato, el Perri-Gato. Pero a medida que lo iba escribiendo, fue apeteciéndome. Y al final me decidí, porque entonces ya veía muy claras las imágenes que quería, tiernas y depuradas. En particular, debían ser en blanco y negro, pues soy ciega de colores. Y he disfrutado tanto desarrollando esta faceta que la retomaré en el futuro, si es posible, porque para mí supone un desafío, debido a que sufro problemas de la vista, aparte de no ver colores, y perdí seis dedos por culpa de una enfermedad.

Sorprende que la edición sea bilingüe español/inglés, y que la historia tenga forma de poesía con rima.

Adoro la rima, porque aparte de su encanto específico ejercita la memoria, tiene musicalidad… De hecho, las canciones y poesías que recordamos de siempre, riman. Como escritora, me encanta porque es como un rompecabezas, te atrapa en unos límites donde debes hallar las palabras justas en ritmo y significado, aparte de que rimen, claro. Escribir yo misma el texto en español fue un reto que afronté con placer, pues no podía ser una traducción literal, pero debía significar lo mismo, igualmente en rima.

¿Deben los animales tener los mismos derechos que los humanos?

Deben tener derechos propios, porque son seres vivos con una sensibilidad. A mí siempre me han encantado, sobre todo los gatos, y tengo amigas y conocidas que colaboran en asociaciones de acogida. Dedican un montón de tiempo y dinero, madrugan para alimentar animales en descampados, capturan gatos por la noche para llevarlos al veterinario, soportan insultos y burlas. Las admiro, me parecen heroínas. Por eso reservo el dinero de las ventas del libro para estas asociaciones, es mi forma de colaborar.

También tienes en las librerías Flamenco Jazz, historia de un amor. ¿Qué podemos encontrar en este precioso libro?

Es el cuarto libro que escribo con mi marido, Carlos Aguilar. También es el primero íntegramente musical, porque el anterior que escribimos juntos, Flamenco y Cine, como ya indica su título habla del reflejo del flamenco en las películas. Es un ensayo sobre este mestizaje tan bello entre dos músicas que amo, y lo cubre desde todas las perspectivas. A menudo escribir también significa para mí una necesidad de enseñar lo que sé, esto quizá derive de mi faceta de profesora. Así, con Flamenco y Cine y Flamenco Jazz, al ver esas películas, escuchar esa música, aprendiendo a bailar… sentía casi pena por las personas que desconocían todo eso, y quería compartir con ellas esas sensaciones. Flamenco Jazz es un libro de lujo, con unas 700 imágenes, para el cual su editor, Javier G. Romero, ha hecho una maquetación extraordinaria, de una belleza increíble. Javier también ha editado y diseñado Chato, el Perri-Gato, para mí formar parte de sus autores es un privilegio. Javier G. Romero es un genio, un lujo para el sector editorial a escala mundial.

Creando a Florinda es una novela corta escrita por ti en la cual su protagonista Artie publica su primera novela, ¿cómo fue la publicación de tu primer escrito y qué sensaciones tuviste?

Bueno, he publicado tanto ficción como no-ficción, y las sensaciones son un poco diferentes. Cuando publicas no-ficción la sensación es magnífica, como es lógico. Pero la emoción aumenta si publicas ficción, puesto que las tramas han brotado exclusivamente de ti, no estás comentando creaciones ajenas, por tanto el editor y el lector están valorando tu creatividad, tu personalidad.

«cuando has terminado un escrito, a menudo tú mismo ignoras si es una maravilla o no vale nada».

anita haas
Eli Wallach. Vitalidad y picardía.  ¿Cuánto había de vitalidad y cuánto de picardía en el actor?

Vitalidad, muchísima. Y picardía, solo en sus personajes. Por eso elegí el título, para hermanar una característica real con otra impostada.

¿Cómo conseguiste el prólogo de Clint Eastwood?

Llegar a Eastwood es prácticamente imposible. Pero yo lo conseguí gracias al propio Wallach, nos puso en contacto. Eastwood sentía por él un respeto y una admiración enormes, por eso la secretaria me dijo: “Mr. Eastwood dice que para Mr. Wallach lo que usted quiera”. Aún tiemblo de emoción al recordar que lo logré, representa un honor extraordinario, ¡encima en mi primer libro!

Has sido premiada varias veces por tus relatos, ¿qué sientes al ser reconocida por tu pluma?

Primero, incredulidad. Después, resulta como raro, dado que no sabes por qué han sido premiados esos trabajos en lugar de otros puesto que cuando has terminado un escrito, a menudo tú mismo ignoras si es una maravilla o no vale nada. Pero un premio siempre hace ilusión y te deja con ganas de recibir más.

Entran, de todos modos y La nueva vida fueron microrrelatos premiados (entre otros), ¿recomiendas a los jóvenes escritores los concursos literarios?

Sí y no. Sí, porque existen concursos serios e interesantes. Y no, porque también los hay que son una tomadura de pelo. Me gustan por ejemplo los que te piden ceñirte a una cierta temática, porque resultan estimulantes y pueden ayudarte en momentos con falta de creatividad. De hecho, dos de mis textos más conocidos, Creando a Florinda y Yo fui una chica Bond, surgieron de esta clase de desafío, y empujaron mi imaginación, así como otro de mis relatos premiados, La nueva vida.

Yo fui una chica Bond y otros relatos desconcertantes. ¿Por qué ese título?

Bueno, había que escoger el título de un relato de la antología, en primer lugar. Escogí para añadir “otros relatos desconcertantes” buscando un adjetivo que tuviera gancho comercial y unificara la cualidad de todos.

Libros aparte, publicas en revistas americanas y canadienses.

Sí, escribo relatos regularmente. Aparecen en publicaciones o antologías, ya son muchas, no recuerdo cuántas. Pero en el fondo lo que pretendo con ellos es reunirlos para proponer nuevas recopilaciones propias.   

¿Con qué género te sientes más identificada?

En literatura, el drama, pero que tenga un toque especulativo o fantástico. Es decir, me gustan especialmente las historias cotidianas y costumbristas, pero que tensen las fronteras genéricas hacia terrenos inesperados.

¿Cómo te enfrentas al folio en blanco?

Con ilusión siempre, pero también con ansiedad.

Eres más de sacar las historias de tu interior o prefieres inspirarse en el exterior, de lo que el mundo ofrece. 

Una vía intermedia. Es decir, historias que reflejan realidades, pero desde mi punto de vista.

Viridiana y Tristana…

Son unos amores, las adoro. También son mi inspiración, una especie de musas.

Vives con tu marido, también escritor. ¿Cómo llevas la convivencia entre dos artistas?

Muy bien. Nos complementamos también por esto, al ser ambos creadores.

También das cursos y clases, ¿verdad?

Sí, he impartido clases de inglés en diferentes centros desde que vivo en España. También cursos de cine americano.

Del mundo de la literatura ¿qué es lo que más te gusta?

Escribir.

Una película que te gustaría ver en novela. Y una novela que te gustaría ver en cine.

Lo primero, Las tres luces, de Fritz Lang. Lo segundo, El dios de las pequeñas cosas, de Arundati Roy.

Un libro de cabecera.

From Anna, de Jean Little. Era una escritora canadiense ciega, y este texto trata de una niña con problemas de visión, hija de emigrantes alemanes en Toronto. Por eso me identificaba con la protagonista. 

Un/a escritor/a que te guste en especial.

Entre los clásicos, Charlotte Bronte, Charles Dickens y Pérez Galdós. Y entre los actuales, Rohinton Mistry y Tom Rachmann.

Un rincón para perderse y escribir.

Mi estudio.

¿Qué necesitas para ponerte a escribir? ¿Lo haces como rutina de trabajo o  cuando llega la inspiración?

Mitad y mitad.

¿Música en casa o en un club?

Las dos.

¿Hogar o viajar?

Los dos. Pero cada vez con mayor frecuencia lo primero.

¿Barroco o gótico?

Ambos.

Unas palabras para los lectores de Los Putrefactos.

Enhorabuena por leer en papel.

Una entrevista de Luisje Moyano,
para «Los Putrefactos».

Luis Valverde
Entrevista

Luis Valverde

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Katy Gómez

Brenno Ambrosini
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María Solar
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María Solar

Agustín López-Raya
Entrevista

Agustín López-Raya

Raul Cueto

23 de marzo de 2022 by n7web

entrevista-raul-cueto

Raúl Cueto Muñoz (Jaén, 1977), padre de 3 hijos, es un escritor que ama su tierra, pero sin llegar al paroxismo.

Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua Inglesa y Licenciado en Psicopedagogía.

En 2014 nació su primera novela, MANDYLION, un thriller policíaco con tintes de misterio e historia que transcurre en su ciudad natal, la capital del Santo Reino. La repercusión de esta obra fue tal que años más tarde está a punto de convertirse en película con un reparto de lujo y donde el propio autor de la novela original ha participado como guionista y asesor.

A finales de 2020 publicó un ensayo titulado MASONERÍAS. UNA BREVÍSIMA DECONSTRUCCIÓN, que en pocos meses se ha convertido en una obra de referencia para todas aquellas personas interesadas en dicha Orden iniciática.

En la actualidad se encuentra revisando su última obra, una novela histórica de cerca de medio millón de palabras repartidas en 2 volúmenes, escrita en primera persona y ambientada en la Europa del siglo XVIII.

«El tejido artístico se tiene que contentar con las migajas que les ofrecen las administraciones públicas»

RaÚL CUETO
¿De Jaén, Jaén?

De Jaén, a secas… Para autoafirmarse no hace falta repetir términos. Nací en Jaén y por no tener no tengo ni pueblo donde pasar los veranos, lo cual me dio mucha envidia durante la infancia. Me crié en el barrio de Peñamefécit y ya llevo más de quince años viviendo en La Magdalena. ¡Más de Jaén no puedo ser!.

Valoración de la literatura jiennense.

Es una literatura muy viva, pero cainita como la propia ciudad. Prácticamente todo el mundo artístico de Jaén lo es de un modo u otro… Al ser una ciudad pequeña cabría esperar más cariño y reconocimiento a las pocas personas que dedicamos tiempo y esfuerzo a crear, pero por desgracia Jaén se ha convertido en una ciudad dormitorio para el arte. Es decir, aquí la gente vive y bebe, pero consume cultura en otras ciudades, lo que deja a los artistas locales sin público o, en el mejor de los casos, con el mismo de siempre. Al final, el tejido artístico se tiene que contentar con las migajas que les ofrecen las administraciones públicas, que como migajas que son no alimentan. Estamos de acuerdo en que nadie es profeta en su tierra, pero con esta actitud de menosprecio hacia lo propio lo único que se consigue es provocar el exilio de quienes podrían generar riqueza de mantenerse aquí y pocas palabras de afecto hacia una ciudad que les da la espalda. Pese a ello, no conozco a nadie que odie Jaén. ¡Todo lo contrario! A Jaén se le ama, pero como amante es mala en la cama.

Un rincón de Jaén ideal para escribir un buen poema o unas cuantas líneas de una novela.

Los Jardines de Jabalcuz, sin lugar a dudas. Es un enclave maravilloso, sobre todo en otoño e invierno, cuando todo es bruma a su alrededor. Da la sensación de entrar en una catedral, con sus pequeñas capillas, su altar mayor abierto bajo la bóveda celeste y su ábside. Es una sensación que siento profundamente cada vez que visito ese enclave privilegiado y así lo dejé patente en mi primera novela, MANDYLION, donde algunas de sus escenas más significativas transcurren allí. De hecho, el rodaje de la película basada en dicha novela también utilizará como escenario los jardines…

Tipo de literatura que te gusta escribir.
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Me gusta escribir de forma muy detallada. Soy incapaz de dejar nada atrás, porque todo me parece importante para conocer a los personajes. Cada respiración, pensamiento o gesto proporciona una medida exacta de quién es quién y por qué ha llegado a ser así, pero sin tener que describirlo con cuchara, sino con matices y sutilezas para quien quiera leer entre líneas. Igual me sucede con las localizaciones y el propio uso del tiempo… Me gusta la linealidad temporal, pero también saber qué sucede en otro lugar y a otra persona a la vez que estoy describiendo una escena determinada. Me fascinan las realidades paralelas y que un mismo detalle signifique cosas distintas en función de la perspectiva de los personajes. Ese relativismo me hace tocar un mismo concepto de forma circular y extensa, lo cual a veces hace que mi escritura se perciba como densa o difícil. De todos modos, creo que escribir y leer debe ser un ejercicio constante de reflexión, de pausa interior, de inversión emocional. Por desgracia, vivimos en un mundo de eyaculadores precoces, donde todo tiene que ser inmediato. Por eso la palabra se está abandonando por elementos más visuales, lo cual queda patente en el uso de las redes sociales virtuales, de ahí que mi literatura es una rebelión ante esa ucronía a la que nos quieren llevar de forma inexorable. Quien quiera leer mis obras tendrá que hacer el esfuerzo de soportar mi palabrería.

«Quien quiera leer mis obras tendrá que hacer el esfuerzo de soportar mi palabrería.»

Raul cueto
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Tipo de literatura que te gusta leer.

Me gusta mucho la literatura clásica, sobre todo la proveniente del Romanticismo alemán o del periodo de entreguerras. La poesía de Novalis, Hölderlin, Heine… Las obras de Goethe… Las novelas de Thomas Mann… O los ensayos y biografías de Stefan Zweig… ¡Tienen un nivel intelectual prácticamente inalcanzable! De hecho, creo que mi predilección por esa literatura viene provocada sobre todo por la fascinación que me produce que un país tan elevado como Alemania pudiera acabar en las garras de la locura nazi. Me resulta incomprensible ese giro tan brutal y terrible de los acontecimientos, así como una advertencia para nuestro propio futuro.

Tipo de literatura que llevarías al cine.

Me gusta muchísimo el cine histórico, por lo que tiene de aprendizaje a la hora de conocer nuestra época. Pero también me apasiona el cine romántico, siempre que no se caiga en la ñoñería o en la estupidez. Hay películas con unos guiones prodigiosos, con personajes maduros que dicen verdades como puños, llenos de dolor, y que con una mirada te atraviesan el alma… Mi sueño es escribir el guión cinematográfico de una gran historia de amor y espero poder hacerlo en un futuro no muy lejano.

¿De qué va tu última publicación?

Pues es un breve ensayo. Se titula MASONERÍAS y surgió en un momento de descanso creativo, a modo de terapia de desintoxicación. Llevaba 4 años inmerso en la escritura de una nueva novela que aún a día de hoy estoy revisando y justo al terminarla me propuse embarcarme en un proyecto de divulgación acerca de la Francmasonería. Mi primera novela, MANDYLION, está escrita en tercera persona; la nueva novela, en primera… Mi idea a la hora de escribir es no repetir formas, aunque sí hay temas recurrentes en mis obras, de ahí que me planteara la redacción de un ensayo, puesto que es un género que me atrae y del que he leído muchas obras.

¿Qué quieres contar con ella?

Pues más que nada he querido desmitificar la Francmasonería, al mismo tiempo que eliminar los prejuicios que hay sobre ella. Es una organización que ha sido criminalizada hasta el paroxismo y ya era hora de hacer una aproximación directa y amena a la misma. Ese es uno de los principales errores en el género de ensayo, que la mayoría de los textos son auténticos ladrillos no aptos para el común de los mortales. Por eso me propuse en primer lugar que fuera breve y en segundo que resultara divertido. Como suelo decir a menudo, sin humor no hay verdad que merezca la pena…

Es un bello libro… ¿necesario?
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Bueno, lo de bello es relativo… Ya se sabe que en cuestión de gustos… Y necesario tampoco. No hay nada necesario en esta vida, más allá del aire que respiramos… Yo diría que es un libro interesante, sin pretensiones. De hecho, tiene un formato de bolsillo para que pueda ser leído en cualquier lugar y situación, además de contar con un lenguaje certero y de fácil lectura. La idea es que, lo que en un principio podría parecer un texto más sobre el tema, poco a poco vaya envolviendo a la persona que lo tiene entre sus manos en una dinámica enriquecedora que le diga más sobre ella misma que sobre el tema en cuestión. La intención es que al leerlo la persona se vaya haciendo preguntas sobre sí misma. Solo así se puede llegar a entender el fenómeno masónico…

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¿Cómo va la venta del libro?

Pues mi editor se ha dado a la fuga con todo el dinero… [risas]. Fuera de bromas, sinceramente no tengo la menor idea… Según me dice la editorial está funcionando muy bien, y es digno de mención el hecho de que la mayor parte de ventas a través de plataformas digitales las han realizado mujeres, lo cual me halaga sobremanera y da la verdadera dimensión del crecimiento actual de la Masonería en España, donde el género femenino se está imponiendo como el verdadero futuro de la Orden, lo que es sin duda una magnífica noticia para la normalización de la igualdad en las logias y en la sociedad.

¿Mandylion o Masonerías?

Tengo que reconocer la predilección por mi primogénito. MANDYLION ha supuesto un antes y un después en mi vida y siempre estaré ligado a él. En breve sus páginas se convertirán en fotogramas y es algo que jamás pude imaginar cuando lo publiqué en 2014. Además, que la acción se desarrolle en la ciudad de Jaén ayudará a visibilizar todo el potencial de esta tierra. A ver si de una vez por todas desterramos a Caín de nuestras calles…

¿Hay preparado ya un nuevo escrito?

Así es. Llevo trabajando en él el último lustro de mi vida y ha sido un trabajo que me ha dejado completamente exhausto. Es una novela histórica escrita en primera persona, a modo de autobiografía ficticia y ambientada por completo en el siglo XVIII, que me ha exigido realizar una investigación muy profunda, recopilando y estudiando fuentes originales en inglés, alemán, italiano y francés. Era un proyecto que tenía en mente desde hacía muchos años y que comencé sin darme cuenta verdaderamente de la dimensión real del proyecto. Poco a poco fue creciendo y al finalizar ha salido la friolera de medio millón de palabras, divididas en 2 extensos volúmenes. ¡Una auténtica locura! No obstante, y a pesar de que se ha convertido en una completa obsesión, lo volvería a repetir una y mil veces, porque ha sido una experiencia maravillosa… En breve finalizaré la fase de revisión y, si algún día se publica, podré decir que ya puedo morir tranquilo, porque es la obra de toda una vida.

¿Alfa u Omega?

¡Siempre Alfa! Me encantan los comienzos, la sensación del papel en blanco, los nervios antes de salir a escena, la mirada antes del beso, la sonrisa previa al sonrojo… Del Omega solo me gusta que acabe por «a» de Alfa, pues todo final es a su vez un nuevo principio.

¿Resurrección o reencarnación?

La reencarnación me resulta injusta. No creo que nadie venga al mundo a ser feliz o infeliz por designio divino y como recompensa a su pasado. Si fuera así, ¡vaya Dios más cabrón! La resurrección, en cambio, me parece más atractiva, siempre que no regresemos a un valle de lágrimas. La resurrección es un canto a la vida, un carpe diem eterno…

¿Jesucristo o Buda?

Buda me cae bien, parece buena persona… Pero Jesucristo me cautiva. Su voluntad de sacrificio es inspiradora y va más allá de la simple fraternidad. Para mí es un ejemplo a seguir de integridad y rectitud… No obstante, no me gustan los proyectos unipersonales y de tener que elegir a quién seguir entre ambos creo que no elegiría a ninguno. Eso de que «Yo soy el camino» me chirría bastante… Prefiero transitar por veredas libres y descampados.

¿Literatura o música?

¡Música! De hecho creo que escribo por mi completa ineptitud musical. Soy un gran melómano y cada día escucho varias horas de música, sobre todo la mal denominada clásica. Pero soy incapaz de tocar nada que suene relativamente bien, más que nada porque siempre quise aprender a tocar un instrumento y nunca tuve tiempo de hacerlo. Violín, piano, oboe… ¡me habría encantado! Mi falta de habilidad manual la compenso con un oído pasable y una aceptable memoria, que me permite escuchar mentalmente infinidad de obras musicales sin destrozar mis tímpanos, de modo que siempre pienso en forma de música, sintiéndome acompañado en todo momento de los más grandes compositores de la historia. Bueno… y de algún que otro grupo de rock…

¿García Lorca o Antonio Machado?

¡Lorca! Su riqueza en metáforas, la musicalidad de sus versos, su propia vida y su injusto final le convierten en el más grande poeta español de todos los tiempos, con permiso de Cernuda, Quevedo o el propio Machado, además de mil poetas más que hacen de la poesía española una de las más bellas del mundo, si no la que más.

¿Mozart o Beethoven?

¡Mozart! Con Mozart me pasa algo parecido que con Lorca: su abrumadora riqueza de ideas, su extraordinario sentido de la escena, sus ideales, la intensidad de sus días desde que fuera un niño y su trágica pérdida en plena madurez compositiva le elevan por encima del resto de grandes maestros como Beethoven, Bach, Brahms, Schubert, Mendelssohn, Mahler… He tenido la inmensa fortuna de buscarle en cada esquina de Viena y Salzburgo; he podido llorar de emoción, arrodillado y en completa soledad ante el lugar donde alguna vez descansaron sus restos (¡quién sabe si continúan allí, en el cementerio de San Marcos!). Sin duda es la figura que más me ha impresionado e influenciado de toda la historia. Mozart es como la Torah: no puede cambiarse una sola nota de cuantas dejó escritas…

¿Barroco o gótico?

¡Gótico! Ese paso de la oscuridad románica a la explosión de luz gótica marcó un cambio de paradigma incluso en la forma de pensar del ser humano. Fue el gótico el que hizo que la humanidad mirara hacia arriba en lugar de rezar mirando al suelo. ¡Fue simplemente liberador!

Un escritor.

¡Dostoyevski! Solo por Crimen y Castigo ya merece la gloria. Me encanta su forma de describir el interior de sus personajes, de arrancarles el alma para ofrecérsela aún caliente a quien lee sus obras. Escribir es desnudar el alma de quien escribe y de quien lee, y Dostoyevski lo hace como nadie…

Un poeta.

¡Baudelaire! Sus «Flores del mal» son un monumento a la libertad de sentir y al amor sin límites. Fue un adelantado a su tiempo y eso ya es signo de grandeza.

Un pintor.

¡Vermeer! Me fascina cómo trata la luz en sus escenas. También me gustan mucho George de la Tour y sus juegos con las llamas, o Friedrich y sus paisajes románticos. No son los mejores pintores de la historia, pero me encanta su estética.

Un anhelo.

Vivir siempre en un perpetuo enamoramiento, de alguien o de algo…

Una pesadilla.

Morir con la sensación de haber desperdiciado la vida.

Un sueño.

Ser feliz. Quien se dedica al mundo del arte sabe que, en el fondo, todos los artistas somos unos desdichados.

Unas palabras para el público que nos lea.

Pues eso mismo: que lean, que escuchen, que vean, que toquen, que sientan, que piensen, que amen y que vivan… Que sin cultura no hay presente y mucho menos futuro.

Una entrevista de Luisje Moyano,
para «Los Putrefactos».

Luis Valverde
Entrevista

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Katy Gómez
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Brenno Ambrosini
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M.Mercé Domínguez
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María Solar
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