
María Solar es periodista y escritora. Compagina su trabajo coordinando y presentando programas culturales en la Televisión de Galicia con su faceta como escritora, en la que destaca como una de las autoras más conocidas y traducidas internacionalmente de Galicia. Escribe para todas las edades y ha reunido un buen número de premios con sus obras, desde el premio Xerais de Novela por “La culpa”, al premio Lazarillo de creación literaria por “Mi pesadilla favorita” o entrar, en varias ocasiones, en la lista “White ravens” de los mejores libros infantiles del mundo.
“ Hay que tener unos pilares en la vida sobre valores, eso
María Solar
no tiene que ver con las religiones, si no con la ética.”
En 2024 publicas “Adeline”, ¿qué nos puede contar de tu novela?
Es una novela que tenía en mente desde hace muchos años como un homenaje a “Carmilla”. Mi planteamiento era escribir una novela de terror gótico y traer a la actualidad el mito vampírico, desde la manera de ser, de vivir y los intereses de la juventud actual. “Adeline” nos lleva a cuestiones como la soledad de los jóvenes, la salud mental, el amor, la manipulación en las relaciones amorosas o la sobreprotección familiar, sin perder la esencia de las novelas de género vampírico. Escribirla fue un reto que ha funcionado bien.
Es un homenaje a “Carmilla”, ¿quién fue Carmilla?
“Carmilla” es una novela gótica escrita en 1872 por el escritor irlandés Joseph Sheridan Le Fanú, 25 años antes de “Drácula”, de Bran Stoker. Se considera la novela que instauró los elementos esenciales del género vampírico. Para mí lo más curioso de descubrir esta historia fue saber que la primera vampira era una adolescente que seducía a otra chica. Eso nos resitúa, como tantas veces, en lo que creemos que hoy es moderno en la literatura cuando otros lo han hecho hace ya tanto tiempo. Es sorprendente.
En 2023 pudimos leer “La culpa”, ¿qué se encontrará el lector entre sus páginas?
“La culpa” es, en esencia, la historia de dos mujeres atrapadas de por vida en una relación de dominación. Es una amistad fascinante que se establece desde un favor que nunca se va a saldar. Esa deuda se convierte en posesión y deriva en una relación tóxica y mortal. No solo el amor puede ser tóxico, a veces las amistades pueden serlo, incluso más. Ese tipo de relaciones en las que una persona se hace con la vida de otra, existen. En este caso, las dos mujeres llegan muy lejos profesionalmente y nadie puede sospechar lo que sucede entre ellas.
“La culpa”, premio Xerais 2022, es una novela muy dura, ¿cuánto te implicas cuando escribes una novela así? ¿Después de escribirlas necesitas unas vacaciones?
Tras una trama tan potente como “La culpa” necesito escribir algo muy diferente. Por eso después de “La culpa” vino “Adeline” y cambié absolutamente de tercio. Es una manera de salir del mundo que has creado. Es frecuente en mí que cambie de público, eso me libera de la anterior historia, paso de adultos a infantil o juvenil, y de esa manera puedo resetear de un mundo en el que he estado metida meses o años. A mí me funciona.
“Las horas robadas” es una gran novela, de personajes, muy cinematográfica, ¿te imaginas alguna de tus novelas en la gran pantalla?
Me las imagino todas. Yo soy periodista y presentadora de TV desde hace muchos, muchos años. Para mí el audiovisual forma parte indiscutiblemente de mi mundo, de mi vida y mi manera de escribir, por eso tantas veces los lectores se imaginan la serie leyendo el libro, soy muy visual.
Escribes para chicos y grandes, ¿qué público es el más agradecido?
Todos lo son. Los niños, además de agradecidos, son extremadamente sinceros. Yo lo agradezco. Pero, ojo, estoy convencida de que todos los libros son para adultos. Lo que sitúas es la edad más baja en la que pueden entender un libro, pero no hay tope por arriba. La editorial Siruela, en su colección ‘Las tres edades’, dice que son libros de 9 a 99 años. Me parece maravilloso. Así escribo yo, desde los 8, 10, 14 (depende) hasta los 120 (que ahora hay gente muy longeva).
De todos los géneros que has escrito, ¿con cuál te sientes más cómoda?
Me siento cómoda en la ficción para cualquier edad. Cuando comienza a surgir en mi cabeza una idea nueva, es la trama la que decide la edad del público. Y disfruto creando para cualquier edad. De hecho, intento trabajar con niveles de lectura que permiten a cualquier público disfrutar del mismo libro.
Has ganado varios premios: en 2014 ganaste el premio Lazarillo de Creación Literaria, en 2013 y 2014 el premio Frei Martín Sarmiento, en 2022 el premio Xerais, entre otros… ¿Sirven los premios para que se te abran las puertas de las editoriales?
Los premios me han abierto puertas, sin lugar a dudas. Puertas editoriales, con las agentes y, sobre todo, creo que me han servido para llamar la atención del público con algunos títulos. Eso es bueno. Todos me han ayudado.

En qué te inspiras para escribir.
En la vida, todo me sirve. Hasta la más pequeña anécdota. A veces para una trama, a veces para crear un personaje, o simplemente para vivir. Creo que hay que vivir para escribir. Tener los ojos muy abiertos y estar atenta al mundo.
En tu vida cotidiana, eres más de acción o pausa y reflexión.
Creo que soy una mujer de acción, pero desde la razón. No soy impulsiva y me gusta medir a dónde llevan mis actos, pero lo que no soy es pasiva. Hay que llevar las riendas de la vida. Arriesgar, contemplando los límites.
Eres bióloga y tienes el título de especialista en información ecológica y medioambiental, ¿qué te inspira de la naturaleza?
Soy bióloga pero nunca he ejercido la profesión, sin embargo me ha servido de muchísimo en la vida. Mi especialidad era la biología básica y sanitaria, yo creo que esa formación te hace ser consciente de nuestro carácter terrenal, de los instintos, de que somos química y tenemos un principio y un fin. Los he aplicado en la vida, en los libros… y especialmente en uno de mis best sellers, “Los niños de la viruela”, que cuenta la historia de la Real Expedición Filantrópica de la vacuna y cómo se llevó la primera vacuna a América en 1803 en el cuerpo de 22 niños expósitos. Fue un placer reunir en esa novela historia, literatura y biología.
Has trabajado en la televisión y en la radio, ¿cuál es el medio de comunicación que más te llena como persona?
Son muy distintos. La radio es más íntima. Igual que en las novelas, hay una parte de construcción de quien escucha o lee, mientras que la televisión es más espectáculo pero tiene una fuerza y una adrenalina bestial. Creo que hoy en día me quedaría con la tele.
También has sido actriz de doblaje, ¿qué tal esa experiencia?
Sí, lo fui muchos años, y de hecho me sirvió para entrar en la radio. Es una profesión muy bonita y también dura e inestable.
La política es…
imprescindible
La religión es…
prescindible. Pero los valores no. Hay que tener unos pilares en la vida sobre valores, eso no tiene que ver con las religiones, si no con la ética.
¿Te quedan sueños por cumplir?
Muchos y sigo ampliándolos cada día.
En un hipotético fin del mundo te piden que salves una sola obra de arte para que perdure… ¿Cuál elegirías y por qué?
Creo que salvaría la catedral de Santiago, una pieza monumental del románico, barroco y gótico. Además, con la que hemos liado durante siglos con el Camino, me parece que tras el fin del mundo nos vendría bien un cobijo y un lugar a dónde ir.
Una escritora y un escritor de cabecera.
Tengo tantos, tantos. Nunca sé cómo responder a estas preguntas, para mí un referente puede ser un escritor o un párrafo concreto, incluso una frase. Paso por etapas, voy cambiando de lecturas y nunca dejo de encontrarme con escritores que admiro. Tal vez dos, entre muchos, pueden ser Margaret Atwood y Pierre Lemaitre. En otro momento, os diría otros… hay tantos que me resulta inevitable. También leo muchísimo en galego, ahí destacaría a poetas como Olga Novo y Chus Pato, o narradoras como Ledicia Costas.
Una película que te haya marcado especialmente y por qué.
Con el cine me sucede algo semejante. Soy una voraz consumidora de películas y series. Me han marcado filmes que vi de niña desde ‘Star Wars’ a ‘Frankenstein’, todo lo que me ha mostrado universos nuevos o historias conmovedoras. ‘El Padrino’, ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, ‘Pobres criaturas’, ‘As bestas’… ¿Cómo se puede elegir? Sigo consumiendo mucho cine, aunque ahora lo veo principalmente en plataformas. Intento estar atenta a todo lo nuevo. Es mi pasión junto a la lectura, también mi profesión por ser periodista cultural y además, mi marido se dedica al cine y las series, así que vemos muchas juntos por ocio y por trabajo.
Unas palabras para nuestros lectores.
Simplemente, agradecer vuestra curiosidad, si habéis llegado hasta aquí en la lectura. Creo que somos legión los que leemos y que leer nos hace especiales. Nunca dejéis de hacerlo. También agradezco a ‘Los putrefactos’ la ocasión de hablaros. Es importante conocer a nuestros autores.

Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos«