Nace en Úbeda (Jaén) en noviembre de 1949.
Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada.
Luego sería profesor en Laredo, Ibiza, Bélgica, Sevilla, etc.
Fue finalista del Premio Planeta del año 2000 con su novela «Cuaderno de Viaje«. A parte a publicado:
«El Guadalquivir no llega hasta el mar». Premio Ciudad de Jaén.
«Madrugada». Premio Gabriel y Galán.
«Un trozo de jardín». Premio Ciudad de Badajoz y Premio Andalucía de la Crítica.
«Tras la mirada».
«Palabras insensatas que tú comprenderás».
«El hoy es malo pero el mañana es mío».
Así como un libro de relatos, «Cuídate de los poemas de amor», un libro de ensayo, «Jaén, la frontera insomne», o un libro de poemas con dibujos realizados a bolígrafo “Corazón sin sueño”.
«Pienso que no hay nada que llegue tan hondo como la poesía, es la piedra de clave del lenguaje.»
salvador compán
“Corazón sin sueño”… ¿Cuánto puede soñar un corazón?
Los sueños voluntarios, los que nacen en el corazón, son tantos que los guardamos al parecer en armarios sin fondo de la memoria. No se acaban nunca porque, aunque se rompan, se regeneran a golpes de deseo como rabos de lagartija.
¿Por qué un poemario?
Aunque me dedico esencialmente a la novela, he escrito poemas, de un modo intermitente, desde la adolescencia. Pienso que no hay nada que llegue tan hondo como la poesía, es la piedra de clave del lenguaje. Tiene vocación la poesía de minero, de ir siempre más hondo, de explorar los límites de la realidad hasta que se le ha sacado la última gota de savia a las palabras. Quizá por eso he andado siempre rondando cerca de la poesía, incluso, a veces he tenido que cogerla de los pelos y sacarla del ordenador porque, como un polizón, se me había metido dentro de la novela que en esos momentos estaba escribiendo.
Corazón sin sueño es el resultado de reunir una selección de los poemas que he escrito a lo largo de mi vida.
Poemario que contiene dibujos realizados a bolígrafo, ¿en qué te inspiras para hacer dichos dibujos?
Los dibujos incluidos en el libro forman parte de una costumbre, la de ir dibujando lo que me ha llamado la atención en mis viajes. Así el conjunto de dibujos, que hago a bolígrafo, en cuadernos Molerskine, forman una especie de memoria gráfica de ciudades o paisajes que tuvieron que ver conmigo, que de algún modo me hablaron.
Cuanto de pintor hay en el escritor Salvador Compán.
En cierto modo, la escritura podría ser mi ojo izquierdo y la pintura el derecho. No tengo ni que añadir que el izquierdo acogota al derecho, porque es el que ve más o ve mejor, incluso, en la oscuridad cerrada.
Un lugar (ciudad, pueblo, naturaleza, cafetería, etc.) para perderse y escribir.
Pongamos como ciudad Roma o Nueva York, pero para escribir, más que perderse por ahí, es siempre mejor encontrarse en un lugar neutro, tan conocido que no te produzca interferencias, un lugar como tu estudio, por ejemplo.
Úbeda, Almería, Granada, Laredo, Ibiza, Bruselas, etc ¿de dónde te sientes?
Todas esas ciudades me hicieron, me dieron cosas importantes, pero el DNI me sitúa en Úbeda y nunca hay que desmentir a un documento que tiene tanta autoridad.
Finalista del Premio Planeta con “Cuaderno de Viaje” en el año 2000. ¿Ser finalista de un premio tan importante cambia la vida?
No, en absoluto, aunque podría ser que sí cambiara la mirada de los otros sobre mí.
En premios tan importantes, ¿se respira literatura o más bien intereses?
En esos premios hay intereses, lógicamente, pero a veces se escurre la literatura y saca la cabeza y te enseña su sonrisa.
“El hoy es malo pero el mañana es mío”, ¿qué esperas del mañana?
El mañana debería ser siempre algo que consideremos nuestro, que tire de nosotros y nos haga avivar el paso como un bonito paisaje al que deseamos llegar. Creo que es eso lo importante, porque los proyectos son siempre cambiantes y provisionales. Son meros pasos en el camino los proyectos.
¿Necesitas soledad y silencio para escribir?
Me ayuda el aislamiento para escribir, pero, dado el caso, necesidad obliga y puedo escribir en situaciones que muchos, incluido yo, consideraríamos inaceptables.
“Jaén, la frontera insomne” ¿por qué un ensayo?
Jaén, la frontera insomne más que un ensayo al uso es un relato con aires ensayísticos sobre qué hemos sido y qué somos los jiennenses. Se trata de un viaje por nuestra tierra que se detiene en lugares de interés para a veces retroceder en el tiempo para contar qué nos pasó y quiénes fueron haciendo el hilo de nuestra historia. Por eso, es un libro que está lleno de personas y de voces, como por ejemplo el Condestable Iranzo o Antonio Machado, San Juan de la Cruz o Huarte de San Juan, AlfonsoVIII o Pablo de Olavide.
En alguna ocasión has dicho que “escribir no es repetir sino descubrir”. ¿Qué has descubierto con la literatura?
Con la literatura he descubierto la naturaleza de mis personajes o el sentido último de lo que ellos persiguen y de la historia que entre todos nos van contando. Toda novela debería ser un explorar la vida, ese territorio tan ancho y ajeno.
¿Y la literatura contigo?
Tanto la literatura como la pintura son fáciles, se dejan querer, aceptan a solicitantes, los invitan a pasar y van sumando adeptos. El resultado es que la suma de tantos voluntarios a veces las daña pero en el fondo nos engrandece a todos, nos hace más diversos, más abiertos y más humanos.
¿Y la literatura contigo?
Tanto la literatura como la pintura son fáciles, se dejan querer, aceptan a solicitantes, los invitan a pasar y van sumando adeptos. El resultado es que la suma de tantos voluntarios a veces las daña pero en el fondo nos engrandece a todos, nos hace más diversos, más abiertos y más humanos.
¿Sol o lluvia?
En la vida, sol. En el arte, lluvia.
¿Mar o montaña?
Mar, pero sólo como espectador, cuando no hay nadie y hace un poco de frío.
¿Desierto o río?
Río, limpio pero no demasiado ancho ni caudaloso.
Un vicio.
El vino rosado.
Un exceso.
Ni de joven me he permitido cometer excesos, de ningún tipo. Me parece vulgar, casposo.
Una obsesión.
Tampoco me las he permitido. Siempre he procurado dominar mis pasiones, por intensas que fueran, para no ser esclavo de nada. Y creo que lo he conseguido, aunque no siempre fue fácil, jajaja.
Los gatos.
Siempre me han fascinado, y Anita y yo hemos adoptado dos, a los cuales llamamos Viridiana y Tristana, obviamente debido a nuestra admiración por Buñuel. Los gatos tienen belleza, elegancia, gracia, sensibilidad, misterio… Son una compañía enriquecedora y estética por igual.
¿Jubilación a los sesenta, a los setenta o que se jubilen ellos?
Pues según el caso.
Política, Religión.
Carezco de ideología política y de creencias religiosas. Para mí, en la vida solo cuentan el amor, la amistad y el arte.
Algo que quieras decir a los lectores para que sigan leyendo.
Que ya queda menos.
Tu actividad dentro del mundo de la cultura y el espectáculo ya cubre unos cuarenta años.
Y se me han pasado volando. No he parado, porque no hay que parar. Y me siento tan dinámico como cuando empecé.
Por último, si quieres, di algo sobre tus proyectos.
Seguir en activo, compaginando mis diversas facetas. O sea, insistir en lo mío. “Aunque es de noche”, como cantaba el genial Morente.
Una entrevista de Luisje Moyano,
para «Los Putrefactos».