
Nacida en Úbeda (Jaén). Veterinaria de profesión, fotógrafa por pasión y viajera sin límites. Le apasiona contar historias y aprovechar la potencia narrativa de la fotografía para expresar sus sensaciones del lugar, mientras disfruta del placer de ver, sentir y fotografiar. La fotografía de viaje y el ensayo fotográfico son el nexo común que hilvana su obra.
“Me gusta fotografiar temas con los que siento una conexión
plena, solo así puedo transmitir una idea, un sentimiento o
captar la fuerza que emana de esas historias”
Katy Gómez
¿Qué podemos encontrar en tu libro “El viaje de la mirada”?
Mi enfoque editorial va dirigido a compartir mi visión fotográfica desde mi condición de amateur. La palabra amateur tiene para mí un significado semántico muy especial, hacemos fotos por amor a la fotografía y sin que ello presuponga que nuestras fotografías no puedan alcanzar una calidad profesional o que no nos sintamos comprometidos con el medio.
A lo largo de sus 300 páginas, comparto las experiencias, reflexiones, filosofía de viaje y aprendizajes que he ido acumulando durante más de cuatro décadas de viaje y fotografía. Mi intención es reunir y resumir las enseñanzas que a mí me hubiera gustado encontrar con el fin de que mi camino de aprendizaje hubiera sido más fácil y fluido.
El libro es muy visual, está ilustrado con una recopilación de casi 400 de mis mejores fotografías. Cada una de ellas va aderezada con un pie de foto, unas veces alusivo a reflexiones personales, otras a sensaciones del lugar o como apoyo para ilustrar el concepto teórico tratado
El fin último que guía este libro es que los lectores disfruten viendo y leyendo el viaje de la mirada en un trayecto compartido y ameno. Si además consigo transmitir alguna enseñanza útil o sugerencia práctica habré conseguido mi objetivo.
En 2021 ganaste con “Ellas, Elles, They…” el Premio Nacional Confederación Española de Fotografía y mejor libro de fotografía. ¿Cómo se hace un libro de fotografía?
Crear un libro de fotografía es como tejer un poema visual. Debe existir una armonía en la selección y secuenciación de cada fotografía y debe responder a tu intención. Es un proceso que requiere pasión, dedicación y compromiso profundo con tu visión. La fotografía tiene sus propias características como lenguaje, sus propios códigos y su gramática, puede que sea un lenguaje más primitivo que el verbal, pero a cambio es más universal y rico en matices para comunicar sensaciones y sentimientos.
El libro, “Ellas, Elles, They…” es una maravillosa casualidad que el destino te regala y es fruto de muchas sinergias que conspiraron a mi favor.
Es el resultado de un trabajo en equipo auspiciado por la Universidad de Jaén a través de su Vicerrectorado de Proyección de la Cultura y Deportes y publicado a través de UJA editorial, coordinado por la Profesora Concha Azorit y con la colaboración especial del profesor Luciano García, quien ha puesto letra a mis fotografías.
Al final, un libro de fotografía no solo es una colección de imágenes, sino un acto de expresión visual y un puente que conecta tu mundo con el de quienes te miran a través de esas páginas.

Vi una exposición tuya de fotografía en el museo de Bedmar, “Memoria y rito”, me gustó mucho, por eso pensé en hacerte una entrevista, ¿en qué te inspiras para hacer fotografía?
La fotografía como disciplina artística es un medio culto, y como tal, considero imprescindible aprender de los maestros para educar la mirada y para ser mejores fotógrafos. Eduardo Momeñe considera que si sabemos reconocer una buena imagen, estaremos más cerca de crear una buena fotografía.
Me gusta fotografiar temas con los que siento una conexión plena, solo así puedo transmitir una idea, un sentimiento o captar la fuerza que emana de esas historias. Es estimulante e inspirador que nuestras fotografías consigan comunicar sensaciones al espectador, pero sin olvidar la relación íntima y personal que nos regalan nuestras fotografías para goce propio.
Has expuesto en París, Teherán, Berlín, Londres… ¿cuál es la anécdota que más te ha gustado de todas esas exposiciones?
Cada exposición es una experiencia única. No sabría elegir una anécdota en particular. Quizás lo mejor de las exposiciones es comprobar cómo las historias que he contado a través de mis fotos logran conectar con personas de culturas tan distintas. Es una sensación increíble saber que tu trabajo puede cruzar fronteras y despertar emociones en tantos lugares diferentes. La fotografía no solo es una expresión personal, sino también un puente que conecta corazones, sin necesidad de palabras.
Has logrado numerosos premios nacionales e internacionales, entre el que destaca el “Travel Photographer of the Year”. ¿Qué se siente al ganar premios por el mundo?
reconocimiento y una inyección de energía y entusiasmo para seguir trabajando.
Ser la ganadora del “Travel Photographer of the Year”, TPOTY me dejó emocionada, sorprendida y agradecida a la fotografía. Este concurso está considerado unos de los certámenes fotográficos más prestigiosos del mundo por la cantidad y calidad de participantes, por la categoría y renombre de los componentes del jurado, por el sistema de selección de las obras ganadoras basado en fotografías impresas y con petición de Raws y por el impacto mediático internacional.

Has viajado por todo el mundo haciendo fotografías, ¿cuál es el sitio más fotogénico que has encontrado y el que menos?
Me cuesta decidir cuál es el lugar más fotogénico, quizás elegiría un continente, África. De África me gusta su magia, su fuerza, su luz, sus gentes y ese punto salvaje y sorprendente. África es adictiva para los sentidos, la mente y el corazón, te atrapa por el torbellino de color de sus mercados, por la elegancia innata de sus mujeres, por la impresionante paleta étnica, por el cosquilleo del frente a frente con la mirada, porque conservan culturas ancestrales que viven de manera sostenible con la naturaleza, por la resiliencia y capacidad de adaptación de sus gentes. También por tener la sonrisas más bellas del mundo. África siempre hechiza y sorprende, a pesar de sus mágicas y trágicas contradicciones.
El sitio menos fotogénico… No se me ocurre, siempre hay una luz mágica que te puede inspirar.
Cierra los ojos, ¿cuál es la fotografía perfecta?
Es una fotografía de mi admirado Eugene Smith: El baño de de Tomoko.
Se trata de una fotografía que recoge los efectos nocivos de la tragedia medioambiental por el mercurio arrojado al mar y que contaminó toda la cadena alimentaria en la población pesquera de Minamata, Japón.
En una atmósfera sobrecogedora, una madre baña a su hija Tomoko, víctima de las lesiones neurológicas y malformaciones físicas causadas por el envenenamiento con mercurio. La imagen invita al espectador a conectarse con la humanidad y la vulnerabilidad. Me impacta y sorprende cómo el fotógrafo ha conseguido convertir esa imagen en una oda al amor para denunciar una terrible catástrofe medioambiental.
¿Qué tipo de iluminación te gusta para la fotografía?
Me gusta la iluminación natural. La luz es el santo grial de la fotografía y la energía que utilizamos para llegar al corazón de las personas que ven nuestras fotografías. Cualquier objeto insignificante adquiere un resplandor especial y una voluptuosidad mágica bajo el embrujo de una buena luz natural.

Una o un fotógrafa/o de cabecera.
Difícil elegir uno o una; hay tantos que me inspiran:
Sebastiao Salgado, W.Eugene Smith, Henri Cartier-Bresson, Tino Soriano, Sergio Larraín, Kouldeka, Cristina García Rodero, Vivian Mayhem, Fan Ho, Steve McCurry, Alex Webb, Flor Garduño, Alessandro Bergamini, etc.
Una escritora y un escritor de cabecera.
Ángela Becerra y posiblemente García Márquez.
En un hipotético fin del mundo te piden salvar una sola obra de arte para que perdure en el tiempo, ¿cuál elegirías y por qué?
Menuda pregunta, no sé qué responder… Quizás el archivo fotográfico de la Biblioteca Nacional de Francia o el de la agencia Magnum. Estos archivos son fundamentales para preservar la memoria visual del mundo, ofreciendo una visión completa de la historia, la cultura, la vida cotidiana y los cambios sociales a lo largo del tiempo.
Ambos archivos nos permiten explorar y entender mejor nuestro pasado, y son fundamentales para investigadores, artistas y cualquier persona interesada en la historia.
Una película que te haya marcado por encima del resto.
El secreto de sus ojos.
La política es…
Un enjambre ruidoso de ideas, de propósitos y despropósitos que rigen el destino del mundo.
La religión es…
Para algunos, una manera de experimentar y vivir la espiritualidad en su día a día. Para la historia del mundo, una fuente constante de conflictos entre personas.
Unas palabras para nuestros lectores.
Los sueños necesitan cómplices…

Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos«








