Juan Eslava Galán nació en Arjona (Jaén) el 7 de marzo de 1948 en el seno de una familia de agricultores. Estudió «filosofía y letras» y «filología moderna» en la Universidad de Granada, luego se iría a vivir a Albión, Bristol (en cuyo politécnico cursó estudios) y en Lichfield donde se matriculó en la Universidad de Aston.
De vuelta a España leyó su tesis, que fue calificada cum laude, en la universidad de Granada sobre el tema «Poliorcética y fortificación bajomedieval en el reino de Jaén».
Escritor de novela y ensayo, premio Planeta en el año 1987 por su novela «En busca del unicornio», suma varios premios y reconocimientos tras toda una vida dedicada al mundo de la literatura.
«Hago poesía, pero no me atrevo a publicarla»
JuAn Eslava Galán
Ensayista y novelista, ¿en qué género te sientes más cómodo?
Durante muchos años, cuando estaba escribiendo una novela me apetecía hacer ensayo y viceversa. Creo que ahora he encontrado mi camino haciendo ensayos novelados o novelas ensayadas.
¿Cómo te enfrentas a tus personajes?
En un principio son básicos y controlables. Después, si la novela va bien, ellos se te imponen y te obligan a seguirlos.
También has escrito poesía, ¿qué te aportó este género?
Soy poeta vengonzante. Hago poesía, pero no me atrevo a publicarla. Son ejercicios de estilo, especialmente sonetos.
Y también sobre sexo, ¿cuánto de sexo hay en tus escritos?
En mis escritos, como en la vida, hay sexo y gastronomía. Creo que son dos facetas del animal humano que pueden ser divertidas.
Fuiste premio Planeta, ¿te cambió la vida a partir de ese momento?
Absolutamente. Desde entonces no he tenido problemas para publicar.
A veces usas un seudónimo, Nicholas Wilcox, ¿por qué, con qué objetivo, por qué no firmar esas novelas con tu nombre?
Lo de Wilcox fue hace ya muchos años. Desde que se supo que era yo dejó de interesarme. Era una especie de juego que comenzó porque escribí una novela tipo best seller que no me atrevía a publicar con mi nombre por si decepcionaba a mis lectores.
Eres de Arjona (Jaén), además has vivido en Jaén, Granada, Bristol (Reino Unido), Lichfield (Reino Unido), Birmingham (Reino Unido), entre otras ciudades… si tuvieses que volver donde más feliz fuiste, dónde irías y por qué.
Fui relativamente feliz en mis años británicos, en los que con exiguo sueldo tenía que abrirme camino preparando oposiciones. También fui relativamente feliz cuando recorría Europa de mozo haciendo auto-stop (entonces se podía).
Dice uno de tus personajes en “Viaje a Tierra Santa” quelegustael“tumbing”,¿eresmásdeestartumbado leyendo, o te consideras hombre de acción y prefieres estar en movimiento?
Desgraciadamente tengo problemas vasculares que me aconsejan leer tumbado. También problemas basculares (de báscula). Me muevo menos de lo que debiera.
94 libros publicados, traducidos a 20 idiomas y distribuidos a 45 países, cifras magníficas. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la escritura?
Me despierto a las 4.00 de la madrugada, minuto arriba minuto abajo, y me pongo a trabajar hasta las siete en que desayuno con mi mujer. El resto del día leo o escribo y a media mañana salgo a comprar vituallas. Un día con otro me saco entre ocho y diez horas de trabajo, fiestas incluidas.
44 años escribiendo, ¿alguna vez has sentido las ganas de dejarlo?
Nunca. Leer y escribir es mi vida. También veo cine, casi una peli al día y he incurrido en algunas series. Nunca he ido al fútbol ni a los toros.
¿Eres más de buscar un rincón perdido para escribir o en tu propio estudio?
En cualquier lugar escribo. No tengo preferencias.
¿Qué método aconsejarías para los nuevos escritores?
Cuatro pasos esenciales: leer, leer, leer y escribir, en ese orden. Y tachar mucho.
¿Qué piensas sobre la exclusión de la filosofía en las aulas?
Una barbaridad propia de los analfabetos funcionales que nos gobiernan.
¿La humanidad está condenada o aún puede tener esperanza?
La vida acaba abriéndose camino. La que sí veo condenada es a Europa.
¿Estamos lejos o más bien cerca de La Edad Media?
Lejos, claro, pero en lo de los respetos humanos seguimos siendo manifiestamente mejorables.
Un personaje histórico que te guste especialmente, por el que sientas admiración.
Fernando VII, el felón, aunque no sé si con todas mis fuerzas.
Si estuvieses sentado en la misma mesa con alguien que aprueba la guerra, ¿qué le dirías?
Intentaría que no me convenciera de hacerme belicista. Soy un chico fácil.
¿Sientes escepticismo hacia la democracia?
Es el menos malo de los sistemas políticos, creo que lo dijo Churchill. Muy de acuerdo. También existen muchos tipos de democracia, no son de la misma calidad la británica que la española, por ejemplo.
La religión es…
Una necesidad de una parte de la humanidad que debemos respetar (pero no deben imponérnosla a los que podemos prescindir de ella).
La política es…
Una calamidad necesaria. Hay que luchar por mejorarla siempre.
El lenguaje inclusivo es…
Una gilipollez de la que se cachondearán dentro de medio siglo, si no antes.
Un deseo.
Un libro y un amigo, un sueño breve que no perturben deudas ni pesares (Epístola Moral a Fabio).
Una pesadilla.
No las tengo. Sueño, como todo el mundo, pero no las recuerdo.
Unas palabras para los lectores de nuestra revista.
Lean, piensen, amen e intenten entender el mundo que nos rodea.
Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos«