Natural de Baeza y residente en Almería, Cristina Cruz es autora de El grito del eco (novela), Ponte en su lugar (teatro) y Animpatiza (relatos).
Ha trabajado como docente y actualmente se está abriendo camino en el mundo editorial como correctora y redactora, además de impartir talleres de escritura para niños y adultos.
¿Le harías, por ejemplo, a una mujer embarazada lo que se le hace a una vaca para obtener leche?
Cristina cruz
Animpatiza, título extraño de tu último libro, un libro de relatos, ¿qué quiere decir ese título?
Animpatiza es la suma de las palabras «animal» y «empatiza». Es un mensaje directo que lanzo: empatiza con los animales. Desde hace ya más de cinco años, llevo un estilo de vida vegano. Los humanos hemos creado una jerarquía de especies nada justa: nosotros nos hemos colocado en el primer puesto, creyéndonos con derecho a todo; a nuestras mascotas, en el segundo, considerando que merecen amor y cuidados; y al resto de animales, en el último, como si no fueran seres sintientes, sino solo comida, ropa, entretenimiento. Este libro nació con una intención: contar las historias de quienes no tienen voz para hacerlo.
¿Qué nos podemos encontrar en el mundo de Animpatiza?
Los relatos tienen un carácter trágico y metafórico. Trágico, porque los desenlaces son fatales, ya que mi idea es colocar al lector en la piel de los que sufren. Y metafórico, porque el protagonista de cada una de las historias representa a un animal que no es nombrado y que hay que descubrir. Es un juego de especies. ¿Le harías, por ejemplo, a una mujer embarazada lo que se le hace a una vaca para obtener leche? Ahí lo dejo.
Ponte en su lugar es una obra de teatro que habla sobre el bullying, ¿por qué ese tema?
He trabajado durante varios años como maestra de educación primaria y el acoso escolar es un tema que siempre me preocupó. Por desgracia, se suele atacar el problema cuando ya se ha producido y no desde la prevención. Esta obra la escribí como recurso para educar en la empatía a través del teatro y hacerles reflexionar a los niños sobre cómo deben actuar si se ven envueltos en una situación de bullying, ya sea desde el rol de víctima, acosador o cómplice.
¿Se estrenó tu obra de teatro?
¡Sí! ¡Y vaya honor! Me llena de emoción contar que mi obra de teatro ya ha sido representada por alumnos en varios centros educativos de Andalucía. Es una gran satisfacción saber que haciendo aquello que me apasiona, escribir, pueda aportar mi granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor.
El grito del eco, novela ambientada en Baeza, y de título muy sugerente, ¿por qué ese título, qué nos encontraremos en su interior?
Un buen amigo me preguntó tras publicar mi libro: «¿El grito del eco? ¿No será más bien el eco del grito?». De nuevo, un juego de palabras: un eco que grita, un sonido que se repite, un grito que no cesa… Es una expresión que aparece en una parte de la historia y desde donde solo puede ser comprendida. Así que me temo que no puedo revelar el significado: ¡hay que leer el libro! En el interior de esta novela, el lector se sumergirá en una historia con un toque de suspense y ambientada en mi querida ciudad natal, Baeza. Una Baeza futurista inspirada en la distopía creada por George Orwell en su 1984, uno de mis libros favoritos
La portada de El grito del eco es muy cinematográfica, ¿Qué representa?
Esta imagen recrea una noche en El paseo de las murallas de Baeza, un recorrido por el que una vez se elevó la muralla de la ciudad y uno de los puntos mágicos de la misma. Cuando ideé el proyecto de esta novela, hubo algo que tuve claro: quería que estuviera ambientada en Baeza, que la historia transcurriera en sus calles, que el lector las descubriera a través de los ojos de los personajes. Quien ha visitado durante una noche lluviosa, con el adorno de la neblina, el casco antiguo baezano comprenderá mis razones. La portada tenía que reflejar esto de algún modo.
ANIMPATIZA
EL GRITO DEL ECO
“escribo para nada y para todo, escribo para mantenerme viva”
Una película que te haya marcado
La belle verte, una película francesa de Coline Serreau rodada en 1996, que llegó a estar censurada durante algunos años. Cuando pensamos en una sociedad avanzada, a todos nos viene a la cabeza un mundo tecnológico y robotizado. Sin embargo, esta película, con un toque cómico, le da la vuelta a la tortilla. La belle verte es un planeta avanzado donde las personas viven muy conectadas a la naturaleza y han dejado atrás el uso de los automóviles, el dinero, el consumo de carne… Cuando uno de ellos viaja a La Tierra, no puede comprender las barbaridades que en ella se hacen. Esta idea de decrecimiento como evolución me parece de lo más acertada y, teniendo en cuenta el panorama climático que tenemos, deberíamos tomar nota.
Talleres de escritura terapéutica y meditación, ¿en qué consisten?
El yoga, además de la escritura, llegó a mi vida para salvarme. Tanto es así que decidí formarme como instructora de yoga y meditación para ahondar en esta filosofía de vida. Durante mi última formación que realicé en India tuve una idea: fusionar meditación y escritura. ¿Por qué? Porque ambas permiten crear un espacio para parar, estar con uno mismo y mirar dentro. Así, decidí compartir esta idea con los demás en forma de talleres, cuyo objetivo es conectar con el interior a través de la meditación para luego escribir y sacar lo que llevamos dentro en forma de palabras. Unas palabras que reflejan la sabiduría interna que todos tenemos y que nos pueden ayudar a comprender, a sanar.
Háblanos de Espacio Aruna Almería
Espacio Aruna es un lugar muy especial para mí, porque fue donde comencé mi primera formación de yoga. Me siento enormemente agradecida a los profes que hicieron de faro para mí y me ayudaron a iniciar un nuevo camino: el de descubrir quién soy. Además, he tenido la suerte de poder realizar en este bonito centro de yoga en Almería el último taller de escritura terapéutica y meditación que ofrecí. Lloramos, reímos, compartimos… y también meditamos y escribimos mucho, claro. ¡Fue muy enriquecedor!
¿Cómo es de difícil abrirse camino en el mundo de la literatura?
Resulta bastante complejo, debido, por una parte, a los bajos índices de lectura y, por otra parte, a la democratización de la escritura que hace que la oferta de títulos sea tan amplia que las posibilidades de hacerse visible se reducen considerablemente. Por tanto, aunque el proceso de escribir y publicar una obra es factible, vivir de escribir y vender libros es casi un sueño. No obstante, también hay buenas noticias: en la sociedad de la comunicación en la que estamos inmersos, existen muchos trabajos relacionados con el mundo de las palabras que se pueden combinar con la escritura literaria: copywritter, corrector, editor, mentor de escritura…
Has escrito teatro, novela, relato, etc. ¿En qué género te sientes más a gusto?
He disfrutado por igual escribiendo mis tres libros, si bien es cierto que son muy diferentes entre sí, en cuanto a temática y género. De alguna manera, este cambio responde a mi propia evolución personal y como escritora. En este momento, me siento muy cómoda escribiendo relato y microrrelato, y me deleito jugando con las palabras: decir mucho con poco, que lo no dicho lo cuente todo, que lo implícito proponga un juego y sorprenda.
¿Qué buscas siendo escritora?
No vamos a negarlo, todos los que escribimos hemos fantaseado alguna vez con que nuestro libro se convierta en un bestseller y dedicarnos a escribir a jornada completa el resto de nuestros días. Sin embargo, no es o no debe ser esa la motivación. ¿Entonces? Yo escribo para disfrutar de la belleza de crear combinaciones de palabras nunca dichas, para contar cosas que no sé explicar de otro modo, para expresarme, comprenderme y sanar, para buscarles un lugar a las ideas que se agolpan sin cesar en mi cabeza o empujan ansiosas por salir en la puerta de mi corazón, escribo para nada y para todo, escribo para mantenerme viva, porque ya no concibo otra forma de vida
Has trabajado en la editorial Líberman, ¿Cómo es trabajar en una pequeña y bonita editorial?
La oportunidad que me dio Pedro Molino de trabajar en Líberman fue todo un regalo. Aunque yo me dediqué principalmente a hacer correcciones durante el tiempo que allí estuve, pude conocer de primera mano cómo es todo el proceso de edición de un libro. Ya lo había vivido como autora, pero hacerlo desde el otro lado, desde dentro, desde los engranajes donde se crea la magia ¡es fabuloso! Lo que más me gustó de esta pequeña gran editorial que lleva Pedro es que se trabaja codo con codo con el autor, dedicándole a cada obra todo el tiempo, mimo y profesionalidad que merece. El siguiente libro que publique, espero hacerlo acompañada de la mano de Pedro.
Una escritora y un escritor de cabecera.
Isabel Allende y Carlos Ruiz Zafón.
Con la primera comprendí qué es el verdadero feminismo; con el segundo, lo que es una buena historia. La casa de los espíritus de Allende y La sombra del viento de Zafón son para mí dos imprescindibles.
La admiración por autores como ellos y el deseo que creo que todas las personas tenemos de parecernos a quienes admiramos fue lo que me condujo a empezar a escribir un día.
¿Alguna meta o sueño por cumplir?
Mi meta es sencilla: construir un proyecto de vida que me permita dedicarme a lo que me gusta, vivir de acuerdo a mis valores y compartir mi tiempo con personas alineadas con mi verdad. Creo que estoy en el camino.
En un hipotético fin del mundo te mandan salvar solo una obra de arte, ¿Cuál sería?
Es una pregunta tan compleja, que voy a optar por la opción de responder lo primero que se me ha venido a la cabeza: El jardín de las delicias de El Bosco. No sé muy bien por qué, pero esta pregunta me ha hecho pensar en esta obra. Cuando pude contemplarla en persona en El Prado, algo de ella me atrapó. Me deleité observando cada uno de sus detalles. Me enamoré de ese mundo fantasioso, de esa humanidad desnuda y pura, pero a la vez sexual y violenta que en él tiene cabida
La política es…
Todo lo que no debería ser. Porque entre quienes se hacen llamar representantes del pueblo lamentablemente abundan los que solo fingen hacerlo. Las «compañías» representan una bonita obra mientras maquinan tras el escenario cómo quedarse el dinero de las entradas que iba destinado para la reforma del teatro. Los intereses de la élite poderosa prevalecen.
¿Nos controla un «gran hermano»?
¡Cómo podría decir que no! En una sociedad donde la compraventa de datos personales está a la orden del día, los anuncios son diseñados para tocar tus puntos de dolor en función de tus búsquedas y las notificaciones en redes te avisan de que esa persona a la que tantos «me gusta» has dado acaba de hacer una nueva publicación, ¿Quién se declara libre?
La religión es…
La respuesta natural que el humano ha buscado ante aquellas preguntas existenciales que no pueden ser respondidas de otra manera. Como todo, la religión tiene sus luces y sus sombras, porque su esencia es el amor, pero también se han hecho y se siguen haciendo barbaries en su nombre, sobre todo desde las instituciones. Yo no practico ninguna religión, pero sí la espiritualidad: creo en el alma, en la energía, en la conexión con el universo, con el todo.
¿Qué valoras más de la gente?
La empatía. En la escala de valores es el que coloco en la cúspide y no es casualidad que mis dos últimos libros tengan relación con esa bonita habilidad de ponerse en el lugar de los demás. Cuando me paro a pensar en la mayoría de problemas del mundo, me doy cuenta de que todos tienen como raíz una falta de empatía y amor y un exceso de egoísmo e intolerancia. Empatizar significa saber escuchar, comprender al otro, llegar a acuerdos, ser asertivo, aceptar lo diferente… ¡Ojalá hubiera más de esto en nuestra sociedad!
Un lugar donde perderse.
El mar, sin duda. No importa cuál. Es la misma agua mágica y danzarina. Sentarme en la orilla para simplemente estar y observar el mar automáticamente me calma y me permite viajar a un estado de conexión con la naturaleza muy especial. Tiene su sentido; en la playa, están presentes los cuatro elementos naturales: el aire en forma de brisa marina, el fuego en forma de luz solar, la tierra en forma de arena y el agua en forma de mar. El mar, siempre el mar.
¿Algún proyecto nuevo de literatura?
No me he embarcado en el proyecto de escribir un nuevo libro. Actualmente me apetece más fluir libremente con la escritura y estoy practicando especialmente lo que se conoce como escritura emocional o terapéutica, que implica una forma fluida de escribir en la que la mente y el juicio sobre lo escrito quedan fuera y en la que la relectura ayuda en el camino del autoconocimiento. El poder transformacional de este tipo de escritura es tan grande que me apetecía compartirlo con los demás; de ahí que los últimos talleres que he ofertado hayan versado sobre escritura terapéutica. Siempre empiezo con un sencillo ejercicio que resulta muy revelador: «Escribe tu historia en una oración».
Unas palabras para nuestros lectores.
Termino con un fragmento de mi novela El grito del eco:
─La lectura, ya sabes, un pasatiempo peligroso ─manifestó Diana alzando ligeramente sus párpados─, porque además de entretener, activa ideas.
─Ideas. ¿Qué sería de nosotros sin ideas? ─inquirió Roberto mientras se acariciaba la barbilla con los dedos índice y pulgar.
─Forma sin contenido ─le respondió su esposa─. Estamos hechos de ellas.
Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos«