Lima, 1972, vive actualmente en Jaén.
Médico de atención primaria del Servicio Andaluz de Salud.
Estudios de doctorado de psiquiatría, formación en psicoanálisis lacaniano y psicoanálisis aplicado y máster en gestión socio-sanitaria.
Ha sido senador electo por la provincia de Jaén.
Ha participado en varios encuentros de poetas en Andalucia, en Málaga, Cordoba, Cádiz y Jaén.
Tiene poemas publicados en varias antologías de estos encuentros y recientemente ha publicado el poemario “La mujer de Eliot y el hacedor de poesías”
«La vida es el hoy y ahora, fuera de esto solo hay una representación, no se puede vivir ni en el pasado ni en el futuro, solo en el presente y a veces ni eso»
Pio Rómulo Zelaya Castro
Pío Rómulo Zelaya Castro, bonito nombre.
Gracias, comparto gran parte de mi nombre con mis hermanos e hijo (mi padre se llamaba Pío Zelaya, y mi madre nos puso el mismo primer nombre).
¿Demasiada politización en la sociedad?
Más de la que hubiéramos deseado, hay ciertos discursos políticos que creíamos superados y que sin embargo se están volviendo a inscribir en la sociedad. Creo que últimamente se han corrido muchos velos y desgraciadamente no siempre ha sido la verdad la que ha quedado descubierta. Si hablamos de la política entendida como la fractura de la verdad, la política puede hacer que muchas falacias sean tratadas como pseudoverdades que se enarbolan bajo un falso sentido común. Señalar a un enemigo“común”es la vieja fórmula del populismo para crecer, se ve muy claramente cuando la ultraderecha señala, por ejemplo, a la inmigración o a las políticas sociales como el origen de todos los males de la sociedad.
¿Demasiada sociedad en la política?
Creo que falta representatividad, ojo no necesariamente más políticos, pero sí más diversidad y matices ideológicos y más respeto a esa diversidad y a las opiniones políticas diferentes.
Los medios de comunicación. En estos tiempos en los que se criminaliza hasta la bolsa de los Conguitos, ¿qué opina de la censura actual?
No hay en la actualidad una censura institucionalizada, como libertades.
Siempre ha existido “la autocensura” de los intereses, ejercida para no molestar a los distintos poderes, sobretodo los económicos.
Socialmente, como se anticipaba cuando se calificaba de sociedad líquida a la actual, “la opinión pública” ha dado lugar a “las opiniones públicas” cada cual con sus “medios” individualizados como son las redes sociales y los medios de poca difusión, digitales muchos de ellos, y donde los “líderes de opinión” caídos de la razón dirigen sus mensajes afectivos a un determinado público receptor, perdiéndose en esta operación aquello de la “opinión ilustrada” con la consecuente pérdida del rigor editorial y el debate intelectual por la razón, esto ha dado lugar a cada vez más hinchas y menos periodistas en los espacios de debate, sin generalizar y con sus dignas salvedades. En toda esta desregulación de la palabra ha perdido la verdad y se ha perdido además la corrección. La sutileza del sarcasmo ha sido reemplazada por el insulto silvestre sin más y entre la libertad de opinión y el delito de odio hay un límite que se traspasa fácil y alegremente y muchas veces con total impunidad, el reconocimiento de nuevos derechos, no sin lucha mediante para conseguirlos, ha redefinido la condición humana, ahora hay cosas que antes se decían sin ninguna gravedad y ahora somos más conscientes que atentan directamente contra la dignidad de las personas, hace falta mucha pedagogía y educación en valores para mantener una sociedad «civilizada», en estos escenarios la censura no es una solución, es una desesperación, siempre lo ha sido.
¿Y la autocensura?
La autocensura es un imperativo, no siempre consciente, pero cuando se vivencia es una imposibilidad por diversos factores, desde lo políticamente correcto hasta los intereses mezquinos y las bajas pasiones; la autocensura, como la censura, se suele salvar con el entrelíneas, el humor y el arte, como la poesía.
¿Escribe pensando en dicha censura o se siente un ser libre de pluma?
Escribo con total libertad, dinamitando, con conocimiento de causa, esa autocensura. Otra cosa es publicar, ahí el pudor juega un papel importante.
¿Político que se dedica a la poesía, o poeta que se dedica a la política?
Son aspectos transversales. Hay poesía en muchas cosas que hago, e intento hacer política de la misma manera.
¿Rojo o azul?
Éramos 6 hermanos y hermanas y de pequeños cada cual teníamos un color determinado para diferenciar nuestros “utensilios”, mi color era el azul, tal vez de ahí me vino cierta curiosidad por Picasso y lo “Blue”. Pero siempre me sentó bien el rojo. A nivel político soy de izquierda, creo en la emancipación de las personas, la justicia social y la igualdad de oportunidades.
La poesía, es sin duda, alimento del alma, ¿pero es alimento para el estómago?
De muy joven, en algunas de mis etapas más prolíficas, poéticamente hablando, una vez una buena amiga me dijo que la poesía no vendía, que la gente solo compraba otra literatura, como las novelas, por ejemplo. Asumí, en ese aspecto, mi vocación de pobreza. Pero la poesía me ha dado grandes satisfacciones.
Literatura, medicina o política.
Supongo que se dan por etapas de preponderancia, algunas con mayor medida que otras, ahora mismo, debido a este contexto sanitario, la medicina me ha absorbido bastante.
La pediatría.
Es un quehacer diario, que tiene que ocupar mucha de mi actividad mental, para seguirla ejerciendo.
Lima.
Es el lugar donde nací, no la elegí, como a la familia, es de lo que estoy hecho. Lima fue el lugar donde moldee mis huesos, en sus calles, su asfalto, su cielo, sus rincones y su gente.
Huelma.
Un lugar que no busqué, encontré. Huelma es su maravillosa gente.
Jaén.
Es un camino que se me cruzó, incluso antes de pisarlo. En algún momento de mi vida, cualquier camino que hubiera tomado me hubiera traído aquí. Tengo un vínculo muy profundo, incluido el poético, con Jaén. Jaén es un “lugar” que me alegra, me duele, que siento mucho y al que no soy indiferente.
Un rincón de Jaén para perderse a leer.
El parque de los lirios.
Otro pero que te inspire para escribir.
Un sótano en la calle Cerón.
Una escritora.
Almudena Grandes.
Un escritor.
Albert Camus.
Por medio de la lectura; ¿se puede llegar a la paz mundial?
La poesía está cargada de pasión, ya sabemos lo que hacen los seres humanos cuando ejercen la pasión, pero también hay pasión por la paz, y desde luego, la palabra es el mejor vehículo para tratar las discrepancias, ya lo dijo Miguel Hernandez: “tristes armas si no son las palabras”.
La poesía hace mejor al mundo. ¿Cierto?
Sí, rompe muchas rigideces.
Una novela.
El guardián entre el centeno.
Un poema.
Masa.
Una película.
Au revoir les enfants.
Un fetiche.
El día Jueves.
Presagio de futuro.
La extinción del papel moneda.
Luz al final del túnel o reencarnación.
“No creo en Brian Weiss” como decía Shakira (cuando decía algo en sus letras).
Un buen recuerdo.
Haber recitado versos de Miguel Hernandez en el Senado.
Una anécdota.
Sería el año 1996, conocí en una biblioteca a Ana Isabel, una farmacéutica que era becaria de Intercampus en la Facultad de Medicina de Lima, y me dijo que era de Jaén y en la conversación también estaba un profesor mío de inmunología que me dijo al mismo tiempo, que también había nacido en Jaén, pero del norte del Perú, me hizo mucha gracia esa coincidencia en ese momento.
Un asco.
La explotación de las personas.
Un escrito propio que consideres de gran nivel literario.
Esta es en realidad una pregunta acerca del ego del poeta. Respondo solo por referencias externas, mi poema “verso desasido” que fue publicado en la revista Letras Lacanianas.
Un escrito propio al que le tengas un especial cariño.
Poema: Très Evas.
Quise entrar donde se crean los versos, romper los témpanos de cada uno de mis pensamientos y rastrillaba temerario sobre mentes ajenas; sin saber que había tres Evas y era yo la Eva con todos sus nombres y lanzaba los versos para rendir inconscientes y en todos ellos la musa esbelta con una hebra dorada y en mis ojos la niña deseada.
La obra más importante de la literatura mundial.
Hay muchas, por decir solo una, La divina comedia. (Han sido muchas las veces que me han relatado como si fueran pasajes bíblicos auténticos narraciones de la inspiración de Dante).
¿Hay vida más allá de la tierra?
Las probabilidades nos dicen que sí.
¿Hay más vida allá del hoy y el ahora?
La vida es el hoy y ahora, fuera de esto solo hay una representación, no se puede vivir ni en el pasado ni en el futuro, solo en el presente y a veces ni eso.
Proyectos de futuro.
Pasan por el psicoanálisis.
Un mensaje al mundo que nos lee.
Dejémonos llevar por la poesía.
Una entrevista de Luisje Moyano.
para «Los Putrefactos»