CARTA DEL DIRECTOR.
Dos años.
Papel que entra en un sobre, una pegatina que ponen en la parte posterior del sobre, un pago, varias manos, un camión, música mientras los kilómetros se suman a las ruedas que no paran de girar, destino: una oficina, más manos, una moto que ruidosa rompe los silencios de las calles, un timbre, una firma, unos dedos que rompen el sobre, que sacan la revista del sobre, un sofá, una lámpara que alumbra las páginas, unos ojos, un gato que ronronea a los pies, una mirada que se pierde entre las líneas, punto y final.
Manos que llaman, voz cálida, agradecimiento, satisfacción, colgar la llamada, mirada perdida y emocionada, vuelta al teléfono, al otro lado la mano derecha, felicidad por parte de los dos, ánimos para seguir con este proyecto que nos emociona, seguimos.
Word, preguntas, entrevistado, personaje histórico, receta, relato, café, paseo, vuelta al ordenador, poema, portada y un entretenimiento en forma de novela, luna, dormir, sueños, despertar al alba, formatear un disco duro mientras se quema una tostada, café y seguir conformando esta revista que tienes en tus manos.
Así durante dos años, parece que es poco tiempo y poco trabajo, pero lo que hay detrás es todo lo contrario; ilusión, esfuerzo, dedicación, trabajo, imaginación, creatividad, agotamiento y un sinfín de historias que nos vamos dejando sembradas en el campo del pasado.
Dos años son los que llevamos con esta nuestra revista: “Los Putrefactos”, y solo espero y deseo que sean otros dos más y podamos seguir ilusionando a la gente, que en nuestras páginas ve reflejado su poema, su dibujo, su relato o receta…
Gracias por seguir confiando en nosotros, por nuestra parte no dejaremos de poner todo lo que hay en nuestro interior.
— Luisje Moyano